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Procesos grupales en el cine: Doce hombres sin piedad

RC: 118464
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CONTEÚDO

ARTÍCULO DE REVISIÓN

ABREU, Liliane Alcântara de [1], MELO, Natalia Sayuri [2], SOARES, Pamela Cristina [3], CYPRIANO, Nathalia Gonçalves Domingues [4], NUNES, Letícia Monteiro [5], SILVA, Gabriella Braga Dias da [6], HAERTHEL, Susan Mara [7], MENDES, Matheus Passos [8]

ABREU, Liliane Alcântara de. Et al. Procesos grupales en el cine: Doce hombres sin piedad. Revista Científica Multidisciplinar Núcleo do Conhecimento. Año. 07, ed. 01, vol. 05, pág. 94-130. Enero 2022. ISSN: 2448-0959, Enlace de acceso: https://www.nucleodoconhecimento.com.br/psicologia-es/procesos-grupales

RESUMEN

Este artículo tuvo como objetivo abordar y analizar la película “Doce hombres sin piedad” (LUMET, 1957), a partir de aportes teóricos y técnicas diferenciadas para la dinámica de grupos. En este contexto, se planteó la pregunta orientadora: ¿los individuos con diferencias socioculturales específicas e historicidades divergentes colaboran en desarrollos psicológicos en procesos grupales? Así, el objetivo general se basó en comprender las diferentes técnicas de dinámica de grupo y su aplicabilidad. La hipótesis se basó en el supuesto de que los individuos con historias antagónicas pueden contribuir con sus diferentes experiencias a la aplicabilidad de las técnicas de dinámica de grupo y maduración del sujeto. Como metodología, la investigación se apoyó en el punto principal de observación y análisis de la película “Doce hombres sin piedad” (LUMET, 1957) y la relación con la revisión teórica de estudiosos para reflexionar y analizar sus influencias, a partir de la principios de los fundamentos históricos, epistemológicos y técnicos de las teorías sobre los grupos. Desde esta perspectiva, era necesario reconocer los procesos psicológicos y conductuales en el contexto grupal y comprender la naturaleza de los grupos a través de los procesos psicológicos propios de la película. Como resultado y conclusiones se entendió que a partir de la intersección de las teorizaciones con las dinámicas presentadas en la película, que por muy diferentes que sean estas perspectivas, el análisis de los grupos parte de la premisa de que los procesos grupales se transforman a partir de las acciones de los individuos. , así como sus posiciones económicas y culturales.

Palabras clave: Cine, Dinámica, Grupos, Psicología, Sociedad.

1. INTRODUCCIÓN

El propósito de este trabajo fue analizar el Arte y los procesos de dinámica de grupo. Por tanto, el estudio realizado en el primer semestre (marzo a mayo) de 2021, tuvo en cuenta los estudios de Kurt Lewin a través de Mailhiot (2013), Moreno a través de Russo (2010), Schutz (1979; 1989) y Pichon-Rivière ( 2009) desde la perspectiva de la película “Doce hombres y una frase” (LUMET, 1957).

En este contexto, se planteó la siguiente pregunta orientadora: ¿los individuos con diferencias socioculturales específicas e historicidades divergentes colaboran en desarrollos psicológicos en procesos grupales?

Así, el objetivo general se basó en comprender las diferentes técnicas de dinámica de grupo y su aplicabilidad. En consecuencia, los objetivos específicos se ampliaron para comprender las teorías y cómo cada uno de los autores – Lewin, Schutz, Moreno, Pichon-Rivière – trabajaba con los procesos grupales; comprender cómo las relaciones intergrupales discriminatorias y la historicidad pueden actuar en una dinámica de grupo, y encontrar en la película una posible intervención de cada uno de los teóricos.

A partir de ello, fue posible, por lo tanto, observar los signos conductuales que componen la hipótesis para el análisis de los sujetos involucrados en la trama, y ​​que se basó en el supuesto de que los individuos con historias antagónicas pueden contribuir con sus diferentes vivencias a la aplicabilidad de las técnicas de dinámica de grupos y maduración de los sujetos. Desde este punto de vista, las dudas iniciales sobre la película fueron disipadas por la clarísima construcción narrativa propiamente dicha.

Como metodología, la investigación se basó en el punto principal de observación y análisis de la película “Doce hombres sin piedad” (LUMET, 1957) y el levantamiento de la revisión teórica de estos estudiosos para reflexionar y analizar sus influencias, a partir de los principios de los fundamentos históricos, epistemológicos y técnicos de las teorías de grupos. Desde este punto de vista, se reconocieron los procesos psicológicos y conductuales en el contexto grupal y la comprensión de la naturaleza de los grupos a través de los procesos psicológicos propios de la película.

El grupo de ocho estudiantes se dividió en cuatro sub-equipos (con dos integrantes en cada equipo), cada uno de los cuales se encargó de observar y analizar cuidadosamente a un solo teórico, de modo que cada percepción estuviera exenta de la interferencia de otros autores, divididos en sesiones Así, se simplificó la pregunta inicial de cómo el grupo identificaría la metodología de los teóricos en cuestión en este estudio. Esto facilitaría compararlos y discutir sus prácticas.

Por ello, al iniciar el análisis de la película, el equipo de este artículo se centró no solo en la teorización efectiva de la que partió inicialmente Barreto (2014), y que permea las sesiones, sino que buscó sustento en varios autores y la distribuyó de la siguiente manera:

En la sección 2 de este artículo, que explica los procesos grupales de manera más amplia, la teorización incluyó a Aroldo Rodrigues, Eveline Assmar y Bernardo Jablonsky (2009), Silvia Lane (1989), Sueli Martins (2007), Maritza Montero (2010), Paulo Freire (2011 ), Emanuel Vieira y Verônica Ximenes (2008), y el breve apoyo de Ludimilla Teixeira y Liliane Abreu (2021). Además, se hace un breve resumen explicativo sobre el contexto de la película de Lumet (1957). En la sección 3, sobre Kurt Lewin, se encontró apoyo en Gérald Mailhiot (2013), también mencionado en la sección 2. En la sección 4, referente a Moreno, el equipo se basó en Luis Russo (2010), Liliana Lima (2014) y María da Penha Nery y Maria Inês Conceição (2005). En la sección 5, William Schutz (1979; 1989) fue apoyado por él mismo y por Linda Smircich y Gareth Morgan (1983). En el apartado 6, Enrique Pichon-Rivière (2009) se fundamenta. Finalmente, unas consideraciones finales cierran este artículo.

2. EL CINE Y LAS BASES DE LOS PROCESOS DE GRUPO

En primer lugar, se presentará el objeto a analizar. La película “Doce hombres sin piedad” (LUMET, 1957) retrata la historia del juicio en territorio estadounidense de un puertorriqueño de 18 años que es acusado de asesinar brutalmente a su padre. Además, se sabe a través de doce jurados encargados de dar la sentencia definitiva al acusado, que el niño perdió a su madre a los 8 años y fue criado violentamente por su padre. Todos los días lo golpeaban, y en una de esas ocasiones compró un cuchillo, pasó muchas horas fuera de la casa y cuando regresó de madrugada, su padre había sido asesinado con un arma idéntica a la que él había adquirido. El acusado no negó la adquisición y la intencionalidad, pero refuta haber asesinado a su padre.

Los miembros del jurado, aislados en una sala calurosa y pequeña, y con prisas por salir de allí (no sólo por las molestias, sino también porque tenían muchas ganas de divertirse, y además banalizar todo el proceso de toma de decisiones), once rápidamente decidió que el joven debía ser sentenciado (lo que llevaría a la muerte por el tipo de delito). Solo un miembro del jurado refutó la decisión y pidió al resto de los hombres que observaran más de cerca los hechos más allá de lo que se les presentó. Cada uno de los personajes fue identificado de la siguiente manera:

  • Jurado 1. Entrenador asistente (presidente);
  • Jurado 2. Banca;
  • Jurado 3. Empresario de álbumes de recortes que tiene problemas con su hijo;
  • Jurado 4. Corredor de Wall Street;
  • Jurado 5. Hombre de origen humilde, pero que ascendió socialmente;
  • Jurado 6. Trabajador manual/pintor;
  • Jurado 7. Jugador de apuestas;
  • Jurado 8. Arquitecto (el hombre que no está de acuerdo con el veredicto de culpabilidad);
  • Jurado 9. Ancianos;
  • Jurado 10. Empresario de transporte que estaba resfriado;
  • Jurado 11. Joyero de origen europeo;
  • Jurado 12. Joven publicista engreído.

A la vista de esta lista, cabe señalar que los doce hombres eran de distinta procedencia y condición social, pero todos trataban de presentarse socialmente a la par, pero, evidentemente, algunos destacaban más. Así, la agenda del prejuicio y la discriminación, y el juego de poder entre mayoría y minoría psicológica son explícitos y presentes en el análisis de la película. La conducta del jurado 8 para que se diera la dinámica de grupo, y el cambio de pensamiento de cada jurado hasta que los doce se convencieron de que tal vez condenarían a muerte a un inocente, fue otro punto relevante. A partir de estos tres aspectos (prejuicio y discriminación, mayoría y minoría psicológica y dinámica de grupo) se estructura este trabajo, ya que esta triangulación es la que propicia toda la narrativa de la película.

2.1 PREJUICIO Y DISCRIMINACIÓN

En un capítulo específico sobre prejuicio, estereotipo y discriminación, los autores Rodrigues; Assmar y Jablonsky (2009) explican cuáles son estos factores de impacto en las relaciones sociales y cómo funcionan.

Actitudes y comportamientos son conceptos diferentes para la Psicología Social. Asimismo, las actitudes y los pensamientos también son diferentes. Las actitudes de una persona son modificables, ya que puede estudiar y evolucionar, produciendo nuevas comprensiones que modifican su actitud frente a diversas posiciones. Así, cuanto mayor sea el interés puesto por la persona en el contenido actitudinal, mayor será la correspondencia entre actitud y comportamiento. (RODRIGUES; ASSMAR; JABLONSKY, 2009)

Las actitudes ayudan a lidiar con el entorno social y tienen varias funciones, como permitir el logro de la recompensa y evitar el castigo; proteger la autoestima y evitar angustias y conflictos; ayuda a organizar y asimilar información compleja; permite la reflexión de las propias convicciones y valores; establece la identidad social. (RODRIGUES; ASSMAR; JABLONSKY, 2009)

Estos factores desencadenan valores de carácter teórico (con énfasis en los aspectos racionales, críticos, empíricos y la búsqueda de la verdad), estéticos (preocupados por la belleza, la armonía y las formas), prácticos (con énfasis en la utilidad y la pragmatismo, dominación de carácter económico), actividades sociales (con énfasis en el altruismo y la filantropía), poder (con énfasis en la influencia, la dominación y el ejercicio del poder en diversas esferas), y religión (con énfasis en la trascendencia, la mística aspectos y la búsqueda de sentido para la vida). (RODRIGUES; ASSMAR; JABLONSKY, 2009)

Luego de comprender que la actitud antecede al comportamiento, y que las actitudes no son lo mismo que pensar, es posible comprender la diferencia entre prejuicio y discriminación. Las causas de los prejuicios son variadas, pero se pueden destacar las siguientes: (1) competencia y conflictos económicos; (2) el papel del individuo sobre el que recae toda la culpa (popularmente conocido como chivo expiatorio) ante la reducción del poder adquisitivo, generando un sentimiento de frustración. Las fluctuaciones económicas hacen que el grupo mayoritario culpe a la minoría; (3) factores de personalidad; (4) causas sociales del prejuicio: conformidad con un grupo al que se pertenece, determinantes sociales, procesos de aprendizaje grupal de repetición del prejuicio. (RODRIGUES; ASSMAR; JABLONSKY, 2009)

Cualquier actitud hostil o negativa hacia un grupo u objetivo en particular no conduce necesariamente a la demostración de prejuicio. Según Rodrigues; Assmar y Jablonsky (2009), para la Psicología Social, el prejuicio es considerado una actitud, mientras que la base cognitiva es el estereotipo. La persona tiene una actitud prejuiciosa, y si el entorno lo permite, tendrá una conducta discriminatoria. En otras palabras, el comportamiento es discriminación y el prejuicio es actitud (y esto es a nivel del pensamiento).

2.2 MAYORÍA Y MINORÍA PSICOLÓGICA

Kurt Lewin (MAILHIOT, 2013) presenta una trayectoria teórica estudiando las minorías judías en la Segunda Guerra Mundial, para luego expandir sus estudios a otros grupos. Por ello, desarrolló importantes investigaciones en el campo de la psicología de los grupos minoritarios versus mayoritarios, la dinámica de estos grupos. Por lo tanto, existe una diferencia de minoría psicológica y mayoría tanto para la demografía como para la psicología. La demografía está hablando del número de personas; entonces, cuando dices que un grupo es mayoritario, tendrás más sujetos en el grupo. Sin embargo, las diferencias en el campo psicológico son independientes del número de personas, ya que está ligado al poder.

Para Lewin (MAILHIOT, 2013), la mayoría psicológica tiene autonomía (no necesita de otro grupo para existir). Su existencia y futuro no dependen de otros, y precisamente porque esta mayoría psicológica tiene estatus, poder y autonomía. Su fuerza se basa en la ciencia de definir el futuro colectivo (o un sujeto). Además, dentro del grupo mayoritario psicológico existe una minoría privilegiada. Este grupo se reserva privilegios exclusivos que determinan lo que conviene y lo que no.

La minoría psicológica, en cambio, está bajo tutela, independientemente del número de personas. Estos sujetos se perciben con menos derechos y necesitan luchar para conseguirlos. Es un grupo que no tiene autonomía y es tolerado por el grupo psicológico mayoritario. Por lo tanto, toda minoría psicológica tiende a ser discriminada. Si no ha sido discriminado, es probable que lo sea (MAILHIOT, 2013). El antisemitismo, el racismo y el sexismo son problemas sociales que surgen de los grupos psicológicos mayoritarios, y para que esto ocurra, deshumanizan a los grupos psicológicos minoritarios a través del proceso de disminución y yugo. Precisamente por eso, cuando la minoría psicológica comienza a destacarse, es perseguida.

Lewin (MAILHIOT, 2013) ve que el problema de la minoría psicológica es algo social, no individual. Cuanto antes un niño perteneciente a una minoría psicológica conozca y comprenda su origen, mejores condiciones tendrá para identificar situaciones de discriminación (e incluso peligro) sin culparse a sí mismo; sin asumir el acto de despenalización (TEIXEIRA; ABREU, 2021). Es importante que sea consciente de que puede ser discriminada simplemente porque forma parte de un grupo minoritario, y no por algo que hace (o deja de hacer). Esto se debe a que el grupo mayoritario tiende a elegir un chivo expiatorio, es decir, alguien a quien culpar y así canalizar sus sentimientos de frustración e irritabilidad, y este blanco se encuentra en los grupos minoritarios, no en los mayoritarios.

Comprender este proceso es importante, ya que conduce al tercer estudio de Lewin (MAILHIOT, 2013) sobre el odio a uno mismo, es decir, el odio al propio grupo (y a uno mismo). En este caso, el odio hacia uno mismo crea una devaluación del grupo mismo. Estas personas no quieren ser discriminadas, pero viven en relaciones intergrupales discriminatorias. Es el movimiento de los oprimidos que intentan ser aceptados por el opresor, convertirse en el mismo opresor y/o creer que estarán a salvo si consienten las acciones de aquellos con una mayoría psicológica. (TEIXEIRA; ABREU, 2021)

Así, el odio hacia sí mismos y hacia el grupo en sí no es porque tengan problemas psicológicos, sino porque no quieren ser parte del grupo discriminado. Establecen el deseo de participar e integrar al grupo privilegiado. Por tanto, el desarrollo del odio hacia el grupo al que pertenecen, se da por la certeza de que su futuro es inestable y sin estatus. Por tanto, según Lewin (MAILHIOT, 2013), los grupos se subdividen por capas. Las personas más cercanas al centro son más positivas y llamadas centrípetas, valorando las tradiciones y la cultura de su grupo. Quien se encuentra al final de estas capas está sufriendo una fuerza centrífuga, y por tanto negativa.

Finalmente, en esta comprensión de la mayoría y las minorías psicológicas, Lewin (MAILHIOT, 2013) se dio cuenta de que estas colectividades culminarían en una de tres posibilidades:

  • Asimilación: cuando los grupos psicológicos minoritarios quieren disolverse en el grupo psicológico mayoritario. No quieren que la diferenciación sea absorbida por el grupo mayoritario;
  • Integración: buscan asociaciones para acercarse a través de similitudes entre mayorías y minorías, pero el problema es que los rasgos minoritarios se borran;
  • Independencia: sería la única beneficiosa, ya que el individuo no diferencia entre grupos.

De esta forma, para Lewin (MAILHIOT, 2013), el grupo psicológico minoritario solo sobrevive en la independencia, porque, en la asimilación, descaracteriza su cultura en detrimento de la cultura de la mayoría. Por otro lado, en la integración hay una tendencia a la apropiación cultural, es decir, la mayoría psicológica se apropia de la cultura de la minoría. Por tanto, sólo la independencia y el autorreconocimiento (del yo y del grupo) garantizaría la supervivencia de los grupos minoritarios.

2.3 COMPRENSIÓN BREVE DE LOS PROCESOS DE GRUPO

Al pensar en el tema de los procesos grupales, una serie de autores configuran sus propias definiciones, por lo tanto, para cada uno de ellos la función grupal puede variar. De los cuatro estudiosos que sustentan este artículo, se puede mencionar rápidamente a Lewin (MAILHIOT, 2013), quien percibió un sistema de fuerzas en la constitución de los grupos, y que, finalmente, tendría la función de definir roles. Pichon-Rivière (BARRETO, 2014) entiende la formación de un grupo como un conjunto de individuos conectados en el tiempo y el espacio, con algún tipo de vínculo, interactuando a través de roles. Además de estos autores, también se pueden mencionar a Calderón y De Govia (a quienes se hará referencia más adelante a través de LANE, 1989), e incluso a Martín-Baró (apud VIEIRA y XIMENES, 2008).

Al hablar de procesos grupales, y de cara a los estudios de Psicología, es imposible no mencionar el nombre de Sílvia Lane (1989; MARTINS, 2007). El autor se centra en dos premisas para discutir los procesos grupales. En la primera premisa se entiende que diferentes grupos pueden tener puntos en común, incluso con diferencias en sus procesos históricos, en las determinaciones económicas y en las determinaciones personales. Todo esto recae en la existencia y acción de cada grupo.

La segunda premisa que pondera el autor es que el grupo mismo sólo puede entenderse como un proceso histórico, porque cambia. Si la identidad del sujeto cambia, también cambia la identidad del grupo. Así, en vez de referirse a un grupo, se puede referir a un proceso grupal, ya que este grupo a lo largo de su proceso histórico va siendo transformado por las acciones de los individuos, por las presiones (y determinaciones) económicas y culturales, etc. El individuo ve modificada su identidad y altera también la de los demás, precipitando un tercer movimiento, que es la identidad de los otros reflexionando sobre el sujeto. (LANE, 1989; MARTINS, 2007; TEIXEIRA; ABREU, 2021)

Las crisis de identificación grupal provocan la redefinición del grupo mismo. Calderon y De Govia (apud LANE, 1989, p. 80) definen a un grupo como “una relación significativa entre dos o más personas”, cuyas acciones se desencadenan para alcanzar metas. Los autores discuten el proceso de grupo en etapas, y que este proceso de grupo puede cambiar según las crisis, ya sea que tengan diferentes dimensiones. Por tanto, existe una relación significativa entre dos o más personas, en el desencadenamiento de acciones para el diseño de objetivos. Sin embargo, lo que ocurre en la constitución de grupos (pensando el funcionamiento como dinámica de grupo) es que los objetivos individuales son distintos de los grupales y la negociación de los objetivos individuales genera un conflicto. El hecho es que los individuos generalmente no están dispuestos a negociar entre sí, y mucho menos para mejorar el objetivo del grupo.

Lane (1989) afirma que los individuos tienen algunas etapas en el grupo, y clasifica los grupos en cuatro tipos: grupo aglutinado (hay presencia de un líder que propone acciones tácitas repartiendo funciones de los miembros del grupo que esperan soluciones); el grupo posesivo (el líder distribuye y coordina funciones, exigiendo la participación de todos); el grupo coercitivo (presenta una función coordinadora del líder, y los miembros realizan las tareas con independencia, apoyo y confianza mutua, sin embargo, suelen cerrarse a los demás del exterior); el grupo independiente (el liderazgo está ampliamente distribuido entre los miembros, y todos los individuos ya tienen autonomía y son responsables del grupo, y dan la bienvenida a nuevos miembros).

Lane (1989) afirma que todos y cada uno de los grupos tienen una función histórica, y esta función puede ser la de mantener o transformar las relaciones sociales desarrolladas como resultado de las relaciones de producción. Asimismo, el autor refuerza que la Psicología Social considera que el sujeto no nace social, sino que se convierte en miembro de la sociedad, y la socialización primaria es este proceso de hacer del individuo miembro de la sociedad.

A través del proceso de socialización primaria, el sujeto interioriza una realidad que es tomada por el niño como verdad (no es una posibilidad, es un mundo real). Por lo tanto, el autor sugiere que el psicólogo sociohistórico, al realizar un análisis de grupos, no debe considerar el análisis solo a nivel subjetivo, sino también a nivel objetivo. En el nivel subjetivo (es decir, de la experiencia individual), todos son libres; todos creen que toman decisiones por sí mismos; cada uno cree entender la vida a su manera. En el nivel objetivo, las acciones y elecciones de este sujeto implican cómo se relaciona con los demás, lo que no siempre es consistente con el aspecto subjetivo. En las relaciones grupales, las personas presentan discursos a un nivel subjetivo que no necesariamente se corresponde con la acción objetiva que tienen. (LANE, 1989)

Los autores en los que se basa el erudito consideran al grupo como una relación significativa entre dos o más personas que es procesada por acciones desencadenadas para lograr objetivos comunes. Otro aspecto que destaca son las mediaciones ideológicas que recaen sobre la acción de los integrantes del grupo.

Lane (1989) dice que para comprender a una persona dentro de un grupo, es necesario analizar tanto su autorrepresentación (cómo habla de sí mismo dentro del grupo), como reconocer la realidad objetiva que comprime y presiona la acción de las personas desde los roles sociales y los presupuestos de lo que se espera del otro para actuar. Este proceso grupal lleva a algunos individuos a no poder ni siquiera dialogar entre ellos, y para eso, el psicólogo analiza a los sujetos involucrados considerando estos dos niveles, el subjetivo y el de la realidad objetiva. También es importante en el nivel objetivo que se reproduzca la relación dominador versus dominado, ya que es en el nivel objetivo que pueden surgir los procesos de oposición, negación y/o contradicción.

Otro punto importante es la historia de vida de cada miembro del grupo. Esto es de fundamental importancia dentro del análisis del proceso grupal. Lane (1989, p. 85) es enfático al afirmar que “La historia de vida de cada uno se hace presente por las formas concretas a través de las cuales la persona actúa, se ubica, se posiciona, se enajena, se pierde o se recupera en el tiempo. el proceso”. El autor dice que los psicólogos deben evaluar el nivel de acción e interacción grupal, ya que es en el nivel del comportamiento que las personas ubican las relaciones de dominación, que expresan la humillación social de los demás, y, por lo tanto, se debe prestar atención a la acción del otro. gente.

Finalmente, Lane (1989) dice que se deben analizar los roles sociales, como el rol de líder, ya que este comportamiento necesita fluir entre los miembros del grupo, y no puede permanecer estático en un solo individuo. Así, el autor se da cuenta de que el análisis del proceso grupal no debe limitarse a la apariencia y superficialidad de cómo se presentan los integrantes, para no perder la dinámica de ese proceso grupal.

Lane (1989) y Martín-Baró (apud VIEIRA y XIMENES, 2008) reflexionan sobre la concepción del grupo en términos históricos y dialécticos, considerando los aspectos personales. Baró también define al grupo como una estructura de vínculos y relaciones humanas que conducen a necesidades individuales o colectivas. Por lo tanto, el término concientización utilizado por Martín-Baró y su visión muy específica del papel del psicólogo en la liberación del individuo de los aspectos de opresión en América Latina, proviene de Paulo Freire (2011), y que precipita la comprensión de que él es un ser social (TEIXEIRA; ABREU, 2021). Dice: “[…] el proceso de transformación personal y social que experimentan los oprimidos latinoamericanos cuando se alfabetizan en dialéctica con su mundo” (MARTIN-BARÓ, 1997, p. 15-16; apud VIEIRA y XIMENES, 2008, pág. 27).

Por tanto, para la propuesta socio-histórica de Martín-Baró, el psicólogo sería el instrumento y guía fundamental para ayudar a este sujeto a llegar al autoconocimiento, a tomar la iniciativa en sus propias elecciones y, así, cambiar no sólo a sí mismo, sino a su grupo social: “no consiste en un simple cambio de opinión sobre la realidad, en un cambio de la subjetividad individual que deja intacta la situación objetiva: la toma de conciencia implica un cambio en las personas en proceso de cambiar su relación con el medio y, sobre todo, , con el demasiado”. (MARTIN-BARÓ, 1998, p. 147; apud VIEIRA y XIMENES, 2008; p. 27)

Vieira y Ximenes (2008) refuerzan que todo este proceso señalado por Baró es dialéctico y dialógico, en tanto implica cambios en los habitantes del lugar atendido (dialéctica) y en el psicólogo (dialógico), ya que este último sale de su área tradicional de comodidad para afrontar otras realidades de la vida. Además, todo este mecanismo de desarrollo de la conciencia sólo se logra a través del diálogo y afrontando que existen otras realidades más allá de las que un individuo puede presuponer: “el reflejo psíquico resulta de una relación, una interacción real entre un sujeto material vivo, altamente organizado, y la realidad que lo rodea” (LEONTIEV, 1978, p. 93; apud VIEIRA y XIMENES, 2008; p. 31). Esta postura señalada por Baró, en cierto modo, se asemeja a la propuesta de Lewin (MAILHIOT, 2013) en el contexto de la investigación acción.

Martín-Baró (apud MONTERO, 2010; apud VIEIRA y XIMENES, 2008) expone la construcción de la conciencia psicopolítica proponiendo su aplicación en las comunidades y desarrollando grupos conscientes y fortalecidos, siendo efectivamente dos aspectos que van de la mano en individuos y grupos que se alcanzan a sí mismos. -conocimiento, y sobre su entorno. Esto precipitaría sociedades evolucionadas y proactivas, con sujetos que abandonan acciones y pensamientos egoístas, y la comprensión grupal alcanza la noción de pertenencia y desencadena el enfrentamiento de problemas. (TEIXEIRA; ABREU, 2021)

Finalmente, en este intercambio a través de las diversas posibilidades de las dinámicas de grupo (y que de aquí en adelante analizaremos cuatro de ellas), todos se benefician, ya que hay un aprendizaje diferenciado, bilateral, en el que todos se desarrollan.

3. KURT LEWIN

En el capítulo “Da pesquisa-ação à dinâmica de grupos” de la obra de Mailhiot (2013), explica que Lewin no creía en recrear fenómenos psicológicos en laboratorios, como recrear un ambiente carcelario en un experimento escolar. Por tanto, la comprensión ha de ser comparativa con el fenómeno desde una perspectiva más global y preferentemente de campo, y no limitada al laboratorio.

Su comprensión de la investigación-acción (investigación e intervención) se basaba en que el investigador no puede ser un elemento neutral en la observación, necesitando, por tanto, interactuar, experimentar, participar de la realidad que va a investigar. Esto se lograría mediante la participación activa del investigador a través de la investigación participativa. Por tanto, Lewin (MAILHIOT, 2013) plantea dos objetivos congruentes para la investigación del psicólogo: (1) debe realizar un diagnóstico; (2) debe descubrir la dinámica del grupo.

El psicólogo actuará como un pequeño grupo de testigos. Será testigo de la dinámica del grupo, lo que permitirá hacer un diagnóstico desde adentro, no desde afuera. Así, según la dinámica de grupo concebida por Lewin (MAILHIOT, 2013), el profesional actuará como un átomo social radiactivo. El átomo radiactivo social sólo actúa cuando el grupo está dispuesto, porque el psicólogo participará de esa realidad diagnosticando la situación y descubriendo la dinámica del grupo.

Lewin (MAILHIOT, 2013) asumió que el alcance de un solo profesional no se limita a trabajar con todas las personas. Pensó en formar individuos formados en Psicología, que replicaran y acogieran en su micronúcleo a quien estuviera cerca de ellos. Así, además de conocer mejor a las personas y grupos con los que interactúa, la acción sería amplia (de lo micro a lo macro).

El psicólogo puede percibir que el grupo está en un momento conformista, no quiere cambios. En ese caso, no actuará como un átomo social radiactivo, ya que el grupo está en una posición conformista. Entonces, dependiendo de la dinámica del grupo, el átomo social radiactivo tiene alcance. Por otro lado, en un mismo grupo puede haber tanto miembros conformistas como inconformistas. Los conformistas frenarán encubiertamente todos y cada uno de los cambios. Tratarán de reprimir sutilmente (trayendo dudas y obstáculos), ya que no quieren perder posibles privilegios, ni el lugar que ocupan. Estos conformistas intentarán modificar el deseo de cambio de quienes lo quieren. Así, el átomo social radiactivo arranca, pero tiende a fallar, o ser más débil, debido a que estos sujetos trabajan en oposición. Así, según Lewin (MAILHIOT, 2013), en el átomo social radiactivo hay en total tres dinámicas: el grupo de los conformistas; el grupo de conformistas e inconformistas; el grupo de los inconformes que quieren el cambio.

En este tercer grupo, incluso puede haber miembros conformistas, pero como la mayoría son personas que quieren cambios, el átomo social radiactivo logra irradiar nuevas actitudes y nuevos comportamientos. Ante esto, Lewin (MAILHIOT, 2013) trae cuatro hipótesis para la dinámica de grupos:

  1. El grupo es el campo socio-personal seguro: si el grupo no le da estatus a la persona, ésta se siente en un ambiente inseguro (y se vuelve ansiosa e insegura);
  2. El grupo es el instrumento para la satisfacción de las necesidades personales (pertenencia, amistad, trabajo en red, adquisición material);
  3. El individuo pertenece al grupo aunque se sienta rechazado;
  4. La cuarta hipótesis es que el grupo es parte del espacio vital de la persona.

Es a partir de estas cuatro hipótesis que Lewin (MAILHIOT, 2013) construye su noción de adaptación social, que no es negativa. Por tanto, según este autor, la adaptación social es positiva, ya que el sujeto es capaz de cumplir sus deseos y metas sin romper con la funcionalidad del grupo. Así, este individuo logra tener un equilibrio entre el deseo individual y la relación social.

3.1 LA PERSPECTIVA DEL GRUPO DE LEWIN EN EL CINE

No corresponde aquí rehacer la sinopsis en su totalidad, ya que se hizo anteriormente. Sin embargo, vale la pena señalar algunas cuestiones que resultaron relevantes al comparar con el trabajo de Lewin (MAILHIOT, 2013). Pero primero, es necesario separar a los jurados en sus grupos psicológicos más contundentes, como se muestra en la tabla 1. Vale la pena recordar que los doce hombres en la trama estaban en el mismo status quo debido al rol de jurados en ese momento. Todos tenían el poder de decisión en sus manos sobre el destino de un sujeto determinado.

Tabla 1: grupos psicológicos de jurados

Grupo mayoritario psicologico Grupo minoritario psicologico
Jurado 4. Corredor de Wall Street Jurado 1. Entrenador asistente (presidente)
Jurado 10. Empresario de transporte que estaba resfriado Jurado 2. Banca
Jurado 12. Joven publicista engreído Jurado 3. Empresario de álbumes de recortes que tiene problemas con su hijo
Jurado 5. Hombre de origen humilde, pero que ascendió socialmente
Jurado 6. Trabajador manual/pintor
Jurado 7. Jugador de apuestas
Jurado 9. Ancianos
Jurado 11. Joyero de origen europeo

Fuente: Los autores (2021)

El jurado 8 (representado por el arquitecto que disiente del veredicto de culpabilidad) no se incluirá en esta lista, ya que fue el peso decisivo para el cambio de opinión de los demás miembros del jurado. El miembro del jurado 3 está siendo colocado en la lista de la minoría psicológica por ser solo propietario de una pequeña empresa. Es un trabajador que llegó al poder, pero no es realmente poderoso monetariamente, a pesar de usar su fuerza y ​​poder para decidir la vida de los demás de manera incluso descuidada. Pero, este personaje será discutido más adelante.

El debate por cambiar los votos para exonerar al acusado es tenso y muchas veces tumultuoso, pero el jurado 8 trata de provocar dudas todo el tiempo, y ese era el punto: ¿cómo condenar sin estar seguro?

Los doce hombres que antes no se conocían, empiezan a percibirse y dónde estarían socialmente ubicados, incluso en ese ambiente de aparente igualdad. Es en este escenario que comienzan a surgir los factores que dividen a los grupos psicológicos mayoritarios y minoritarios, junto con posiciones cargadas de prejuicios y discriminación. Entonces, después de varios argumentos en contra del jurado 8, pide una votación secreta y dice que si uno de los once hombres votara por no culpable al acusado, continuarían discutiendo el cambio de votos. Si los once votaban culpable, cambiaría su voto igualmente a culpable (ya que se suponía que los doce votarían por unanimidad). Hecho esto, y con la aparición de un segundo voto inocente, en el minuto 33:15 de la película, se acusa al jurado 5 de haber defendido a ese tipo de gente de la que procedía. De hecho, el voto de Minerva fue del jurado 9.

Este jurado 5 tuvo un papel muy importante, ya que era el único de origen latino pobre, pero según él mismo, después de su ascenso, trató de olvidar su pasado. Esto es análogo al tercer estudio de Lewin (MAILHIOT, 2013) sobre el autodesprecio y la autodevaluación. El saber que podía ser discriminado, y el deseo de participar e integrarse al grupo privilegiado, lo ponían en negación de sí mismo. En un momento dado, y ante ver que uno de los suyos, verdaderamente igual a él, podía estar siendo indebidamente oprimido, y en paralelo, él mismo estaba siendo atacado en ese ambiente (a pesar de su ascenso), su postura cambió. No solo ha cambiado, sino que ha ayudado a basar el conocimiento en una verdad, anulando una percepción errónea.

En el minuto 56:12, el jurado 8 recrea la acción desde el punto de vista de uno de los testigos (un anciano cojo), con la ayuda de los demás miembros del jurado. Con 1 hora y 14 minutos de película, también recrea el momento del apuñalamiento (que según el informe, se hizo de arriba abajo, con la víctima unos 25 centímetros más alta que el acusado). La simulación comienza con el miembro del jurado 3 mostrando enojado que el acusado era culpable, a pesar de que era menor de edad. El jurado 5 interviene y revive su experiencia personal, saliendo de las sombras de su propia historicidad, mostrando que un cuchillo como ese (muelle) nunca sería manipulado de arriba abajo, sino de abajo arriba inmediatamente después de ser disparado, e incluso más aún por alguien experimentado con cuchillos como el joven local (y ese fue específicamente el caso del acusado).

Todo este proceso de recreación encaja con la teoría de la investigación-acción de Lewin (MAILHIOT, 2013). El jurado 8, a pesar del enojo de muchos jurados (y notoriamente los irreductibles de la mayoría psicológica más el jurado 3), aprovechó este descontento para llevarlos a participar en las acciones. Logró el propósito de ser el átomo social radiactivo de ese espacio, aún con reticencia de algunos, pero, poco a poco, llevando a otros a la reflexión.

Con 1h y 18 minutos de película, el prejuicio y discriminación del jurado 10 se manifestó, generando el comportamiento unificado de desaprobación de todos los demás sujetos. Cuando se dio cuenta de que ningún miembro del grupo le daba voz, retrocedió incrédulo, y esto dio paso a uno de los discursos más importantes de la trama por parte del jurado 8:

É sempre difícil manter um preconceito pessoal fora de uma questão como esta. Sempre que se defronta com eles, ele esconderá a verdade. Sinceramente eu não sei qual é a verdade, e, também, acho que realmente nenhum de nós saberá. Nove de nós parecem achar que esse garoto é inocente, mas só estamos lidando com probabilidades. Podemos estar errados; podemos estar deixando um homem culpado ficar livre, eu não sei, e acho que ninguém sabe. Mas nós temos uma dúvida racional, e isto é uma coisa muito valiosa no nosso sistema. Nenhum júri pode declarar um homem culpado se não tiver certeza absoluta. Nós, os nove, não podemos entender como vocês três têm tanta certeza. (LUMET, 1957, 1:20:35)

El comportamiento discriminatorio del jurado 10 frente a los factores de impacto en las relaciones sociales corrobora los estudios de Rodrigues, Assmar y Jablonsky (2009). Fue interesante observar que otros en el grupo que previamente habían consentido en su posición al comienzo de la película, en ese momento, y con el grupo ya cambiando su pensamiento prejuicioso al enfrentarse con el entendimiento de que sus verdades estaban distorsionadas, comenzaron a comportarse en oposición al jurado 10, incluso los dos que todavía defendieron la condena del acusado.

El miembro del jurado 4 fue igualmente convencido por el miembro del jurado 9 de cambiar su voto a no culpable, después de ser confrontado con su propia experiencia como usuario de anteojos y discapacitado visual. El anciano (que desde un principio apoyó al jurado 8) siguió el ejemplo de la acción como un átomo social radiactivo, llevando al reticente corredor a reflexionar por sí mismo.

La dinámica del grupo y la conducción de la reflexión estaban afectando profundamente a cada hombre allí, sobre todo porque el miembro del jurado 8 insistió en provocar a los pocos resistentes, hasta que solo quedó uno, el miembro del jurado 3:

Jurado 8: Queremos ouvir seus argumentos. Jurado 3: Eu já listei meus argumentos! Jurado 8: Não estamos convencidos. Queremos ouvir de novo. (LUMET, 1957, 1:29:53)

El enfurecido jurado 3, que intentaba condenar a toda costa al acusado de 18 años, confirmó en el momento de la 1h y 32 minutos de la película, que toda su furia era solo una proyección de su relación con su propio hijo. El contraste del silencio sepulcral y las miradas del grupo con la rabia del hombre que rompe la foto de su hijo, terminó por demostrarle que la condena del acusado era como si estuviera condenando a su propio hijo. Era la venganza de su propia frustración como padre.

Ninguno de los autoenfrentamientos sería posible sin el choque entre los sujetos del grupo, sin el choque y la provocación que realiza el jurado 8 para la confrontación consigo mismos, sin la recreación de las acciones del contexto del juicio, pero, sobre todo, todo, si no hubiera una participación activa de personas con experiencias reales que estuvieran presentes y pudieran marcar la diferencia con sus propios antecedentes.

4. JACOB MORENO

El embrión del Psicodrama Terapéutico de Jacob Levy Moreno (BARRETO, 2014) se formó en el Teatro da Espontaneidade en 1922. A través de la puesta en escena, el paciente, grupo o protagonista puede revivir su creatividad y espontaneidad con atención a la resolución de problemas. Lo que hizo que Moreno se diera cuenta del poder de la puesta en escena en el trabajo grupal fue el caso Bárbara-George, cuando una actriz logró desahogar sus impulsos agresivos utilizando la creatividad (BARRETO, 2014). Según Liliana Lima (2014, p. 55-83), el hombre para Moreno es relacional y fue a través de estas relaciones que estructuró su teoría.

4.1 LA PERSPECTIVA DEL GRUPO MORENO EN EL CINE

Durante las escenas de la película “Doce hombres sin piedad” (LUMET, 1957) se pueden observar dos de las grandes teorías de Moreno (BARRETO, 2014): el psicodrama y el sociodrama. Aunque ambos son muy cercanos, son líneas diferentes. El psicodrama sería la dramatización del psiquismo; es una terapia de grupo en la que se trabaja con el paciente y los participantes mientras discuten temas inherentes a su propia vida. Es común utilizar una pregunta particular del individuo y experimentarla en el grupo:

Psicodrama é a ciência que explora a verdade por meio de métodos dramáticos, e que lida com relações interpessoais e com mundos privados. Vale-se de cinco instrumentos: o palco, sujeito ou ator, diretor, equipe de ajudantes terapêuticos ou egos auxiliares e o público (sendo que cada instrumento tem uma função específica). (RUSSO, 2010, p. 180)

De acuerdo con Russo (2010), el sociodrama es una teoría grupal que no se limita a un número especial de individuos, sino que puede consistir en todas las personas que viven en un lugar determinado y en un momento determinado. Por tanto, considerando un tema social de una manera más amplia que el psicodrama, y ​​teniendo en cuenta el momento del tiempo en que se debate el tema, estos dos elementos de la teoría de Moreno (BARRETO, 2014) pueden observarse a lo largo de su obra. Lumet (1958). Esto se ve en un primer momento, cuando se debate el tema central del juicio de culpabilidad o no. En una segunda parte, porque esto está relacionado con la supervivencia del acusado, es decir, la vida del otro pertenece al juicio del grupo (una vez dictada la sentencia condenatoria, la condena será la pena de muerte). En un tercer momento, el ambiente en el que se establece la sesión y cuáles son los factores del contexto que requieren este juicio. Russo (2010, p. 181) dice: “El hombre es un actor de rol, cada individuo se caracteriza por un conjunto de roles que presiden su comportamiento, y cada cultura se caracteriza por un determinado conjunto de roles que impone a sus miembros”.

En cuanto a los aspectos del psicodrama, en los que la problematización individual y subjetiva será el punto principal, se observa que cada uno trae un poco de sus temas personales como problemas familiares y sentimientos como la nostalgia. De esta manera, la sesión de juicio permite que se crucen las afectividades, aunque sea de manera involuntaria y lo explica Russo (2010, p. 178): “(…) en general, el mismo principio se aplica a cualquier situación en la que una persona tiene un tipo de personalidad que requiere cierto tipo de personas, a través de las cuales sus emociones puedan encontrar una forma adecuada de expresión”.

Para Nery y Conceição (2005), la importancia de la teoría de Moreno (BARRETO, 2014) en los procesos grupales es la posibilidad de comprensión a través de la acción y comunicación de los individuos que participan en el grupo. A través de este entendimiento surgen resoluciones de conflictos que se cristalizaron gracias a la creatividad y espontaneidad que genera una catarsis. Paralelamente, Lima (2014) explica que al buscar fundamentar su teoría, Moreno creó el concepto de sociometría, luego incluido en un concepto llamado socionomía, que tenía como objetivo medir e investigar las relaciones interpersonales. A partir de entonces, su teoría fue reformulada y otros profesionales la incorporaron a las prácticas terapéuticas y las mejoraron.

En la película, el grupo comenzó a prepararse para la acción cuando todos estaban presentes en la sala. La sala puede leerse como el escenario, que en la teoría de Moreno (BARRETO, 2014), es donde se desarrolla la acción dramática y es uno de los cinco instrumentos de la técnica. En ese momento, se les exige que interactúen para resolver una disputa legal, aunque algunos inicialmente no deseen participar en el proceso.

Para Lima (2014), el calentamiento es una de las etapas del Psicodrama donde el grupo se prepara para la acción y se perfila el protagonista. Para ello, aparece en escena el ponente del caso, el jurado número 1, que se puede explicar como el director de escena que, según este autor, se encarga de velar por el orden, siendo el terapeuta del grupo y el protagonista. . En la película, este personaje comienza indicando la ubicación de cada uno en la sala, pidiendo la colaboración de todos e indicando que la sentencia del grupo es fundamental para la ejecución o no de la sentencia del acusado. Si bien algunos no estuvieron de acuerdo con discutir el caso extensamente, todos acordaron mantener sus asientos en la sala.

Es en este momento que aparece el protagonista del grupo. Según Lima (2014, p. 69), la importancia de este personaje es representar las emociones del grupo, traer cuestionamiento a la acción y así sintetizar el proyecto dramático en común. El jurado 8, visto como el protagonista emergente, es el único que se niega a aceptar la mentalidad de la mayoría, incluso con la queja de algunos. En este punto, el autor explica que el calentamiento específico del protagonista se produce cuando comienza a prepararse para la propia acción dramática. Hasta este punto, todos estaban tratando de conocerse, solo cuando el protagonista se preparó para comenzar a actuar, surgieron las dramatizaciones del conflicto.

El jurado 8 comienza su acción enumerando las razones por las que cree que el acusado no es culpable, pero tampoco puede ser inocente, dando así el beneficio de la duda al joven acusado. Tras su discurso, en el que todos están preocupados, el jurado 1 indica que lo mejor es que todos se pongan en el caso, indicando las razones por las que tomaron esa decisión. Por la teoría moreniana en el drama, y ​​con base en el discurso de cada uno, el grupo podría entonces buscar una resolución del problema de la divergencia convenciendo al jurado 8 de que la decisión de la mayoría es la mejor. Lima (2014) señala que el compartir ocurriría en el momento en que el grupo participa de la acción en escena, cuando cada uno expone sus sentimientos e ideas a través del diálogo. Es importante que los demás miembros del grupo participen y así tener una mejor visión del interrogatorio en su conjunto.

Uno por uno, comienza su teoría, dando conjeturas sobre lo que podría haber sucedido en el momento del crimen, y para mostrarle al jurado 8 que su idea estaba equivocada. Sin embargo, el jurado 8 no renuncia a su decisión. Se puede apreciar que el protagonista está dotado de espontaneidad, según la teoría de Moreno (BARRETO, 2014). Nery y Conceição (2005) explican que la espontaneidad equivale a dar nuevas respuestas a un problema, funcionando como un elemento constitutivo del hombre, y es a través de ella que surge toda producción creativa. Pronto, el Jurado 8 contrarresta las críticas de sus compañeros con gran creatividad, utilizando incluso elementos de la escena para sus explicaciones. Además, incluso cuando se enfrenta físicamente, a través de peleas más acaloradas, busca salir de la situación de conflicto mostrando otro lado de la situación problemática. Por eso, aunque al principio todavía tiene dudas sobre el proceso, busca las respuestas en sí mismo, a través de medios creativos.

Lima (2014) explica que la espontaneidad favorece el buen desarrollo humano, pero factores ambientales y sociales hacen que esta característica se deteriore a medida que el sujeto se desarrolla en sociedad. Con esto, la creatividad se cristaliza (como congelada) por la conservación social. Moreno (BARRETO, 2014) denomina a este fenómeno Conservación Cultural, en el cual el hombre ya no tiene la creatividad y espontaneidad que naturalmente surge en los momentos problemáticos. El jurado 3 sería un ejemplo de personaje tomado por la conserva cultural. Con severos valores sociales, buscó criar a su hijo de la misma manera y fue abandonado por él debido a sus constantes castigos. Su acto creativo se cristalizó y sólo repite lo que escuchó en su creación conservadora. Uno de los ejemplos sería cuando indica: “Ya no se cría a los niños como antes” (LUMET, 1958). Con este discurso quiere decir que es mejor continuar con la misma forma de educación rígida en la que fue criado, porque así se perpetuaría la cristalización de la instrucción social. Visto como el antagonista, el que busca un choque constante con el protagonista, el jurado 3 no renuncia a su posición cristalizada, aún con el surgimiento de nuevas ideas, demostrando que está tomado por la conservación cultural.

Finalmente, Lima (2014) plantea que sería a través de la práctica psicodramática que podría resurgir la espontaneidad, buscando recuperar al hombre sensible, genial y creativo. Y eso es lo que el protagonista intenta hacer poco a poco con los jurados que creían que el acusado era culpable. A través de prácticas como dramatizaciones, instrumentos escénicos y diálogos, trata de rescatar la creatividad y sensibilidad de cada uno. Lo importante no es que el jurado 8 influya en los demás para que cambien de opinión, sino que cada uno reconsidere su elección y reflexione con su propia creatividad.

5. WILLIAM C. SCHUTZ

Se puede identificar en el trabajo de Schutz (1979), “O Prazer – expansão da consciência humana”, que en las relaciones interpersonales existen tres necesidades interpersonales básicas que existen en todos los grupos y que necesitan ser satisfechas para la evolución de la relación intergrupal. que se produzca. Las áreas de necesidades interpersonales fueron denominadas inclusión, control y afecto/apertura, se presentan en este orden en el desarrollo de los grupos, las cuales serán brevemente presentadas a continuación.

El comportamiento de inclusión se refiere a la asociación entre individuos, a ser parte, a estar rodeado de personas. Según el autor, esta necesidad de ser incluido se evidencia “como el deseo de merecer consideración y atraer la atención y el interés” (SCHUTZ, 1979, p. 101). La inclusión se caracteriza por la búsqueda de interacción con otros individuos, deseo de atención, reconocimiento, prestigio e interacción con la propia individualidad. Durante el proceso de formación del grupo, el estudioso dice que la principal preocupación del individuo es si traspasa o no los límites del grupo, y si pertenece o no a él.

El comportamiento controlador está relacionado con el proceso de decisión entre personas, áreas de poder, influencia y poder. Esta necesidad de poder puede ir desde el deseo de poder y control sobre los demás, hasta la necesidad de ser controlado y estar exento de responsabilidad. Este comportamiento también se manifiesta en personas que intentan controlar: la manifestación de independencia y rebeldía es un ejemplo de falta de propensión a ser controlado, la sumisión y el cumplimiento de las órdenes indican los diversos grados de aceptación del control. (SCHUTZ, 1979; 1989)

La conducta afectiva atañe a los sentimientos emocionales íntimos entre dos individuos, y, según Schutz (1979), es una relación dual, que sólo se da entre iguales, a diferencia de las relaciones inclusivas que se dan entre iguales, o una persona y otro grupo de personas. . En los grupos, según Schutz (1979, p. 103), “el comportamiento afectivo se caracteriza por manifestaciones de amistad y diferenciación entre los integrantes”, e incluye la lucha por el liderazgo y la competencia. Este comportamiento está relacionado con cuánto el individuo está dispuesto a abrirse con el otro, y puede variar con el tiempo, entre personas y en las relaciones. Por lo tanto, se construye sobre la base de vínculos más profundos, ya que es la última fase en emerger en una relación entre personas o en un grupo. (SCHUTZ, 1979; 1989).

5.1 LA PERSPECTIVA DEL GRUPO DE SCHUTZ EN EL CINE

La película “Doce hombres sin piedad” (LUMET, 1957) presenta los factores que intervienen en el proceso grupal en un momento que será decisivo, mostrando cómo los individuos se llevan al grupo y a la toma de decisiones, sus experiencias de vida y sus patrones de historia. acondicionamiento. Evidenciar las disimilitudes individuales de los sujetos, conduciendo al análisis de un mismo hecho desde diferentes perspectivas.

Como ya se informó en otras partes de este artículo, luego de que se detiene el juicio, los doce hombres que pertenecen al jurado son llevados a una sala privada en la sala del tribunal para discutir el caso y decidir sobre la sentencia del joven acusado. En ese momento comienza la fase denominada por Schutz (1989) de inclusión. Es posible identificar el inicio del proceso en la formación del grupo responsable de la sentencia. Los jueces se presentan, toman sus asientos y comienzan a hablar para organizarse en la mesa.

En la dimensión de inclusión, Schutz (1989) muestra que el comportamiento se define por la forma en que el individuo se siente acerca de lo que significa como persona. Entonces se convierte en una persona subsocial, ultrasocial o social. Es importante recalcar que esta fase de inclusión no implica necesariamente que existan fuertes conexiones emocionales o dominio en relación con los demás, sino más bien un proceso en la formación del grupo.

  • Subsocial: un individuo con este rasgo es introvertido y retraído. Él elige mantener su distancia con los demás para no mezclarse, porque si lo hiciera, perdería su privacidad. Inconscientemente quieren que la gente les preste atención, pero su mayor temor es ser ignorados por la gente y que no se acerquen a ellos, así que los evitan;
  • Ultra social: un individuo con este rasgo es extrovertido, busca compañía y atención, pero quiere que lo busquen. Tiene miedo de estar solo y de ser ignorado por las personas y que no se acerquen a él, pero su comportamiento manifiesto es diferente al Subsocial, va tras las personas para establecer relaciones;
  • Social: las personas con esta característica no tienen problemas con la interacción social. Sentirse bien con o sin la presencia de los demás. Puedes participar mucho o poco en el grupo, sin sentirte ansioso. Puede estar muy comprometido e involucrado con el grupo, o simplemente puede evitar el grupo (si siente que es mejor así). Sienten que tienen su propio valor (SCHUTZ, 1989).

Para una mejor comprensión de lo anterior desde la perspectiva del autor, se dividieron los personajes (Cuadro 2) de acuerdo a estos comportamientos observados.

Tabla 2: Características sociales de los individuos del grupo jurado.

Subsocial Ultra Social Social
Jurado 2. Banca.
Jurado 5. Hombre de origen humilde.
Jurado 6. Trabajador manual/Pintor.
Jurado 9. Ancianos
Jurado 11. Joyero de origen europeo.
Jurado 12. Joven publicista engreído.
Jurado 3. Emprendedor de álbumes de recortes.
Jurado 7. Apuestas Jugador.
Jurado 10. Empresario del transporte que estaba resfriado.
Jurado 1. Entrenador asistente (presidente).
Jurado 4. Corredor de Wall Street.
Jurado 8. Arquitecto (hombre en desacuerdo con el veredicto de culpabilidad).

Fuente: Los autores (2021)

Para que haya formación de un grupo, es necesario que haya una similitud en común a todos (SCHUTZ, 1989); en este caso, el deber de decidir sobre la pena del acusado hace que los doce miembros del jurado formen un grupo. Así, con 3 minutos de película es posible identificar el inicio del proceso en la formación del grupo responsable de la sentencia. Los miembros del jurado ayudan al oficial a poner la mesa y acomodar las sillas para que todos puedan sentarse. Seis segundos después, el miembro del jurado 7 le ofrece chicle al miembro del jurado 10, y luego el miembro del jurado 7 comienza a hablar con el miembro del jurado 2 sobre el clima cálido del día, buscando interacción con los demás miembros para encajar en el grupo. . A los 5 minutos y 57 segundos, los jueces toman sus asientos para estructurarse en el grupo. Después de instalarse alrededor de la mesa, el grupo diferencia roles y distribuye el poder. Se establece que el jurado 1 será el presidente de la mesa.

En la dimensión de control, para Schutz (1989), subyacente a la conducta de control está la percepción de competencia. El individuo se siente competente, tiene capacidad para enfrentarse al mundo, satisfacer sus deseos, conservar su trabajo y adquirir bienes materiales. Convertirse en abdicar, autócrata o demócrata. Es importante señalar que el problema del control es estar arriba o abajo. La principal interacción de control es la confrontación, mientras que la ansiedad/miedo de control es ser incompetente. (SCHUTZ, 1989)

  • Abdicar – Cuando el individuo abdica del poder, aceptando una posición subordinada, en la que no hay necesidad de asumir la responsabilidad de tomar ninguna decisión. No ejerce liderazgo, no controla a los demás (aunque sea en su beneficio). Nunca toma una decisión, prefiere enviársela al otro para que la tome porque se siente incapaz;
  • Autócrata: se refiere al individuo extremadamente dominante, hambriento de poder y competitivo. Estos tienen miedo de que los demás no se dejen influenciar por él y peor aún, que terminen influenciándolo a él. No se siente capaz de tomar una decisión y por ello trata de demostrar que es capaz y con ello acaba asumiendo una carga de responsabilidad demasiado grande;
  • Demócrata: esta persona se siente cómoda dando órdenes, según lo que sea más apropiado para la situación. Se siente competente y confiado y cree que la gente también confía en su capacidad para tomar decisiones (SCHUTZ, 1989).

Para una mejor comprensión de lo anterior, los personajes fueron divididos de acuerdo a los comportamientos observados (Cuadro 3).

Tabla 3: Características de control de los individuos del panel de jueces.

Abdicar Autócrata Demócrata
Jurado 2. Banca.
Jurado 5. Hombre de origen humilde.
Jurado 6. Trabajador manual/Pintor.
Jurado 9. Ancianos
Jurado 11. Joyero de origen europeo.
Jurado 12. Joven publicista engreído.
Jurado 3. Emprendedor de álbumes de recortes.
Jurado 7. Apuestas Jugador.
Jurado 10. Empresario del transporte que estaba resfriado.
Jurado 1. Entrenador asistente (presidente).
Jurado 8. Arquitecto (hombre en desacuerdo con el veredicto de culpabilidad).

Fuente: Los autores (2021)

A los 8 minutos y 55 segundos de la película, es posible observar el intento de control que el jurado 3 intenta ejercer sobre el jurado 8 (después de que el jurado 8 es el único que no está de acuerdo con la sentencia del acusado votada por todos los jurados), afirmando que vio que el acusado es culpable y peligroso, y de eso no habría duda. El comportamiento de control se refiere al proceso de toma de decisiones entre personas en el área de poder, influencia y autoridad. También se puede observar en relación con las personas que tratan de controlar (SCHUTZ, 1989). Es decir, en esta escena hay una disputa por el control/autoridad de los jurados.

A lo largo de la película, es posible observar el intento de control que ejercen los jurados 3, 7 y 10, quienes intentan activamente convencer al jurado 8 para que cambie su posición de voto y, en consecuencia, condene al acusado. Alrededor de los 14 minutos y 10 segundos de la película, el jurado 8 comienza a ejercer el poder de control, ya que comienza a influir con su percepción en los demás miembros del jurado, quienes poco a poco van dudando y, finalmente, cambian su voto a favor de la inocencia del acusado. Durante la etapa de control, el comportamiento del grupo incluye la lucha por el liderazgo y la competencia. (SCHUTZ, 1989)

El jurado 8 ejerce el poder de liderazgo sobre los demás miembros del grupo, de manera que la gente empieza a observar tanto su punto de vista como su postura y de ahí en adelante, son influenciados. El líder tiene la capacidad de influir en los significados y en consecuencia en los valores de los demás. Este tipo de comportamiento ayuda a superar los conflictos, condición esencial para el buen funcionamiento de un equipo, ya que la interpretación de las situaciones también puede llevar a los miembros a la comprensión de una realidad común. (SMIRCICH y MORGAN, 1982).

Según Schutz (1989), el afecto es cuando una persona está dispuesta a abrirse con el otro, variando en el tiempo entre individuos y relaciones. Por lo tanto, hay tres tipos de individuos: el subpersonal, el superpersonal y el personal. Es importante recalcar que existe la necesidad de un vínculo afectivo en las relaciones y suele ser la última fase para manifestarse en el desarrollo de una relación humana o de un grupo.

  • Subpersonal – El individuo subpersonal, evita los lazos estrechos con otras personas, mantiene relaciones a un nivel distante y superficial y se siente satisfecho cuando los demás actúan de la misma manera con él, manteniendo una distancia emocional y no involucrándose emocionalmente. Tienes miedo de que los demás no te amen y aprecien, y te resulta difícil agradar a otras personas, y sospechas de los sentimientos de los demás hacia ti. La técnica de la persona subpersonal es ser superficialmente amable con todos, evitando acercarse a nadie;
  • Superpersonal: el individuo superpersonal se vuelve extremadamente cercano a los demás y espera que otros también se acerquen a ellos. Entonces te conviertes en una persona querida para aliviar la ansiedad de ser rechazado y no querido. Con esto, trata de ganarse la aprobación del otro, de ser sumamente personal, agradable, íntimo y de confianza;
  • Personal – El individuo personal, por estar bien resuelto en sus relaciones afectivas de infancia, la interacción con otras personas no constituye problemas. Se siente bien en una relación íntima y en una relación que requiere desapego emocional. Es capaz de dar y recibir afecto genuino. (SCHUTZ, 1989)

Para una mejor comprensión de lo anterior, los personajes fueron divididos de acuerdo a los comportamientos observados (Cuadro 4).

Tabla 4: Características del afecto de los individuos del grupo de jurados.

Subpersonal Superpersonal Personal
Jurado 3. Emprendedor de álbumes de recortes.
Jurado 4. Corredor de Wall Street.
Jurado 5. Hombre de origen humilde.
Jurado 10. Empresario del transporte que estaba resfriado.
Jurado 11. Joyero de origen europeo.
Jurado 7. Apuestas Jugador.
Jurado 12. Joven publicista engreído.
Jurado 1. Entrenador asistente (presidente).
Jurado 6. Trabajador manual/Pintor.
Jurado 8. Arquitecto (hombre en desacuerdo con el veredicto de culpabilidad).
Jurado 9. Ancianos

Fuente: Los autores (2021)

Algunos miembros del grupo se sienten cómodos en cualquier situación, ya sea cálida o distante. Durante todo el proceso, el jurado 8 enfrentó varias críticas por parte de los demás jurados, por no estar a favor de la acusación; sin embargo, parecía estar bien en situaciones que aceptaban sus argumentos, incluso cuando eran rechazados. Como menciona Schutz (1989), para el individuo como persona es importante ser amado; pero si no, acepta esa relación, no queriendo decir que es alguien incapaz de ser amado.

El jurado 11 es un hombre serio y tranquilo, que ofrece su opinión solo cuando es relevante o cuestiona a los demás miembros del jurado. En la tercera votación, a los 57 minutos y 38 segundos de película, cuando le pregunta el jurado 3 sobre el cambio de voto, afirma que no debe explicaciones y que solo tiene una duda razonable. Se observa durante la película que el jurado 11 se mostró como un individuo subpersonal, manteniendo su distancia con los demás miembros del jurado y manteniendo relaciones superficiales, lo cual es análogo a las explicaciones de Schutz (1989).

A los 4 minutos y 40 segundos, el jurado 8 se diferencia de los demás en estar aislado y mirar por la ventana, mostrándose reflexivo. Luego, el jurado 12 se acerca y le pregunta qué le pareció el juicio, comentando que le pareció interesante. A los 6 minutos y 33 segundos, el jurado 11 le pregunta al jurado 12 “¿cuál fue su impresión del fiscal?”, y el jurado 12 responde que “fue muy preciso, la forma en que explicó todos los puntos, en secuencia lógica, los muchachos son muy inteligentes (LUMET, 1957). Luego, todos los jurados son llamados por el ponente y se sientan a la mesa, es entonces cuando el jurado 12 comenta la impecable actuación del juez. Después de la primera votación, en la que el jurado 8 cree que el joven es inocente, el jurado 12 dice que “tal vez sea el deber del grupo convencerlos de que nosotros tenemos razón y él está equivocado, si cada uno de nosotros se toma un minuto o dos para explicar nuestra opinión, tal vez…”, pero al mismo tiempo retira su posición, luego de algunas miradas de desaprobación y comenta “fue solo una idea” (LUMET, 1957, 00:12:40). En el jurado se observan 12 características de un individuo superpersonal, en el que intentan estar cerca de todos a lo largo de la película. Utilizar el hecho de gustar como técnica directa, y así tratar de ganarse la aprobación de los demás y ser agradable. (SCHUTZ, 1989)

6. PICHON-RIVIÈRE

Nacido en 1907 en Ginebra, Enrique J. Pichon-Rivière (2009) fue un psiquiatra suizo que hizo una gran contribución a la comprensión de los grupos. Los pilares de sus estudios fueron la psicología social y el psicoanálisis, pero abandonó paulatinamente el psicoanálisis ortodoxo para dedicarse a un nuevo enfoque epistemológico que lo llevó a la Psicología Social. A partir de esto, inauguró una forma de intervención a los grupos, siendo así considerado por muchos autores, el creador de la teoría y técnica de los grupos operativos.

6.1 LA PERSPECTIVA DEL GRUPO PICHON-RIVIÈRE EN EL CINE

Para Pichon-Rivière (2009), la psicología social es una ciencia de las interacciones sociales con el objetivo del cambio social de forma planificada:

Se não for assim, não tem sentido, e todos os seus esforços levariam a um sentimento de impotência, como resultante das contradições quanto a seu aspecto operacional. É um artesanato, no sentido mais amplo da palavra, que tanto forma os elementos da mudança como prepara o campo no qual se vai atuar. (PICHON-RIVIÈRE, 2009, p. 169-170)

En este sentido, el enfoque puede seguir dos direcciones: (1) la psicología social académica, que se ocupa principalmente de las técnicas y sus problemas o de las posibilidades de cambio. (2) La praxis, donde, según el autor, emerge el objetivo central, dirigido a lo instrumental y operativo de una manera más real, no cerrándose, por tanto, en un círculo, sino en una continua retroalimentación de la teoría, a través de la confrontación con la práctica y viceversa. En este sentido, se establece una marcha en espiral, que paulatinamente permite a la mente construir una estrategia que estructure el cambio esperado. (PICHON-RIVIÈRE, 2009)

Según el autor, a partir de esta visión de la praxis, es posible crear un único instrumento, aquí llamado ECRO – Esquema Conceptual, Referencial y Operativo, que está orientado al aprendizaje de una tarea.

Esse conjunto estrutural e genético permite-nos a compreensão horizontal (a totalidade comunitária) e vertical (o indivíduo nela inserido) de uma sociedade em permanente situação de mudança e dos problemas de adaptação do indivíduo a seu meio. Como instrumento, é o que permite planejar um manejo das relações com a natureza e seus conteúdos, nas quais o sujeito se modifica a si mesmo e modifica o mundo, num constante interjogo dialético. (PICHON-RIVIÈRE, 2009, p. 171)

Por lo tanto, ECRO es instrumental y operativo, ya que es aplicable a cualquier sector y tarea de investigación, siendo muy importante en el grupo operativo. Un grupo operativo no es más que un grupo explícitamente enfocado en una tarea. En este sentido, es todo el conjunto de personas, que ligadas por constantes de espacio y tiempo, se encuentran explícita e implícitamente en la ejecución de una tarea (PICHON-RIVIÈRE, 2009). En relación con la película Doce hombres sin piedad (LUMET, 1957), es posible percibir en este sentido, la presencia de un grupo operativo desde la perspectiva del autor.

Analizando la composición de este grupo desde el punto de vista de la práctica del erudito, la estructura y función de un grupo están dadas por la interacción de atribución y asunción de roles. Cita (PICHON-RIVIÈRE, 2009, p. 173): “Estos representan modelos de comportamiento correspondientes a la posición de los individuos en esta red de interacciones, y están vinculados a sus propias expectativas y las de los demás miembros del grupo”.

Al principio de la película, la decisión del protagonista, el Jurado 8, provocó un gran malestar en el grupo. Algunos se rieron, mientras que otros simplemente lo miraron. Otros comenzaron a cuestionar y quejarse en voz alta. Todo el grupo en ese momento se volvió para intentar cambiar la opinión del jurado 8, que estaba en contra de los demás. En este punto, es posible trazar un paralelo con lo que destaca Pichon-Rivière (2009) sobre la tarea, cuando menciona los modelos estereotipados que dificultan el aprendizaje y la comunicación del grupo, convirtiéndolos en un obstáculo para la situación de cambio.

Assim, a tarefa consiste na elaboração de duas ansiedades básicas: medo da perda (ansiedade depressiva) das estruturas existentes e medo do ataque (ansiedade paranóide) na nova situação, provindo essa última de novas estruturas nas quais o sujeito se sente inseguro por carência de instrumentação. (PICHON-RIVIÈRE, 2009, p. 173)

Estas dos angustias, según el autor, coexisten y cooperan, configurando la situación de resistencia al cambio. Y esta resistencia es la que debe vencer el grupo operativo, en un proceso de clarificación que va de lo explícito a lo implícito. Es posible ilustrar esta dinámica con un cono invertido (Figura 1):

Figura 1 – Representación gráfica de la operación correctiva en Cono Invertido.

Representación gráfica de la operación correctiva en Cono Invertido.
Fuente: (PICHON-RIVIÈRE, 2009, p. 278)

En la película es posible percibir estas dos angustias. Los miembros del jurado que votaron culpable al acusado vieron al miembro del jurado 8 como un lunático. Las preguntas dirigidas al protagonista eran una mezcla de ira, miedo e inseguridad. Pichon-Rivière (2009) afirma que en el grupo operativo existen roles que los miembros asumen son importantes para el desempeño de la tarea, y que serán descritos a continuación:

El vocero: el vocero en el grupo es el integrante que dice algo que se convierte en el signo de un proceso grupal que, hasta cierto momento, permanecía latente, como si estuviera oculto en la totalidad del grupo. En este sentido, hay que decodificarlo y quitarle el aspecto implícito (PICHON-RIVIÈRE, 2009). En este rol, se puede decir que el jurado 8, al plantear la cuestión sobre la posibilidad de que el joven imputado sea inocente, obliga al grupo a afrontar la tarea explícita de manera crítica, dejando de lado los estereotipos de cada uno.

El coordinador: el coordinador cumple el rol de intervenir y ayudar a los integrantes del grupo a reflexionar, atravesando el obstáculo epistemológico, configurado por las angustias básicas. Actúa en el campo de las dificultades de la tarea y de la red de comunicaciones, orientando siempre al grupo hacia la tarea común (PICHON-RIVIÈRE, 2009). De esta forma, el jurado 1 (el presidente) ejemplifica bien este papel a lo largo de la película, ya que se convierte en el responsable de organizar las votaciones, orientando siempre a los jurados a estar atentos en la tarea, escuchando a todos e interviniendo en momentos puntuales.

El observador: el observador no suele ser un participante y su papel es recoger todo el material, expresado verbal y preverbalmente en el grupo. Tiene como objetivo retroalimentar al coordinador en el reajuste de las técnicas de conducción (PICHON-RIVIÈRE, 2009). Se puede considerar al representante que está fuera de la sala, como un rol similar al del observador, ya que no participa del grupo, pero ayuda trayendo las evidencias que el coordinador (jurado 1) solicita durante la tarea.

El chivo expiatorio: El chivo expiatorio es un miembro del grupo que termina recibiendo todos los aspectos negativos del grupo o tarea. Aparecen así los mecanismos de segregación (PICHON-RIVIÈRE, 2009). En determinados momentos, el jurado 3 se convirtió en el chivo expiatorio del grupo, siendo el último en cambiar su voto, e incluso porque estaba sumamente centrado en su ECRO individual. Pero, a lo largo de la película, otros miembros del jurado asumieron durante un tiempo este papel, como por ejemplo el miembro del jurado 10, quien al hablar de estas personas, refiriéndose a los habitantes de la periferia, se quedó solo e ignorado por los demás que se alejaron. como forma de protesta.

El líder: el líder, a diferencia del chivo expiatorio, es el miembro que recibe todos los aspectos positivos del grupo y de la tarea (PICHON-RIVIÈRE, 2009). Se puede decir que el protagonista (Jurado 8), también a lo largo de la película, asumió el papel de líder, al punto de poder hacer que los once miembros del jurado cambiaran su voto ganando la atención y credibilidad de cada uno, llevándolos a cuestionar las certezas del caso.

Es importante resaltar que el papel del chivo expiatorio y el del líder están vinculados precisamente porque el primero aparece como una forma de preservar el liderazgo ya través de un proceso de disociación necesario del grupo en la tarea de discriminación. Por tanto, a partir de la observación de determinados fenómenos grupales, Pichon-Rivière (2009), construye una escala básica de evaluación, debido a la clasificación de modelos de comportamiento grupal (Figura 2).

Figura 2 – Representación gráfica del Esquema de Cono Invertido.

Representación gráfica del Esquema de Cono Invertido.
Fuente: (PICHON-RIVIÈRE, 2009, p. 268)

Filiación o identificación (Afiliação): el sujeto guarda cierta distancia, sin estar completamente incluido en el grupo. este primer momento se convierte luego en pertenencia (PICHON-RIVIÈRE, 2009). Esto se observa cuando todos los miembros del jurado al comienzo de la película terminan representando el vector de afiliación, no queriendo discutir sobre el caso y tratando de terminar rápidamente la tarea. Un ejemplo es el jurado 5, quien, cuando le tocó explicar por qué creía que el acusado era culpable, pidió saltarse su turno, no queriendo ser incluido en la discusión.

Pertenencia (Pertença): es el sentimiento de pertenencia al grupo, al equipo, en el que se ve que hay una mayor identificación con los procesos del grupo y su tarea se realiza con mayor intensidad. Hay una sensación de seguridad que favorece la tarea. (PICHON-RIVIÈRE, 2009)

Cooperación (Cooperação): es el elemento que expresa la forma en que los miembros del grupo adquieren, a través de la cooperación, la misma dirección para realizar la tarea. Aquí los miembros del grupo son cooperadores y cooperan en la misma dirección. (PICHON-RIVIÈRE, 2009)

Relevancia (Pertinência): es la centralización del grupo en la tarea y en su aclaración (PICHON-RIVIÈRE, 2009). Esto aparece en el tercer acto de la película, en el que todos los miembros del jurado participaban de alguna manera, analizando detenidamente el caso, haciendo simulacros y recopilando detalles para justificar o no el voto otorgado. Así, se puede considerar que estaban en un momento de pertenencia y, poco después, en cooperación para llevar a cabo la tarea.

Comunicación (Comunicação): puede ser verbal o no verbal, es la comunicación que se da entre los participantes del grupo.

Neste vetor, levamos em conta não só o conteúdo da mensagem, mas também o como e o quem dessa mensagem; chamamos a isso metacomunicação. Quando os dois elementos entram em contradição, configura-se um mal-entendido dentro do grupo. (PICHON-RIVIÈRE, 2009, p.175)

Aprendizaje (Aprendizagem): se obtiene por la suma de la información de los integrantes, transformando, en un momento dado, la cantidad en calidad, y así produce un cambio cualitativo en el grupo (PICHON-RIVIÈRE, 2009). A lo largo de la película, la comunicación y el aprendizaje se tornaron cruciales para el cumplimiento de la tarea y la dinámica del grupo, pudiendo así construir un ECRO grupal.

Telê: vector definido por el profesor Moreno (apud PICHON-RIVIÈRE, 2009), como una disposición positiva o negativa para trabajar con un miembro del grupo.

O fator telê, assim enunciado por J. L. Moreno, psico-sociólogo norte-americano e romeno, residente nos EUA. Segundo Moreno, a telê consiste na capacidade ou disposição que cada um de nós tem para trabalhar com outras pessoas, telê positiva e telê negativa, que darão os fatores afetivos e o clima afetivo. (PICHON-RIVIÈRE, 2009, p. 270)

En la película, hay algunos ejemplos, como el jurado 5 con el jurado 10 que tenían una disposición negativa para trabajar juntos, teniendo algunos argumentos que terminaron entorpeciendo la tarea. El jurado 8 y el jurado 9 parecían dispuestos a trabajar juntos, siendo el jurado 9 el primero en cambiar su voto a no culpable, para poder, junto con el jurado 8, investigar mejor el caso antes de sentenciar a muerte al acusado.

Además de todos los factores presentados por el autor, es importante destacar y distinguir tres instancias dentro del trabajo en grupo: la pretarea, la tarea y el proyecto.

En la pretarea están las técnicas defensivas del grupo, que estructuran la resistencia al cambio. Solo después de pasar este malestar y romper estos estereotipos, se puede decir que el grupo está en la tarea (PICHON-RIVIÈRE, 2009). Al principio de la película, todos los miembros del grupo se sentían incómodos con el Jurado 8 que estaba en contra del veredicto de culpabilidad y se vieron atrapados en la idea de tratar de convencerlo de que estaba equivocado. Atrapados en estereotipos, se negaron a afrontar la tarea de forma crítica, considerando cada ECRO individual que les impedía pensar colectivamente.

El momento de la tarea es cuando el objeto del conocimiento se vuelve penetrable. Además, es la trayectoria que necesita recorrer el grupo para alcanzar los objetivos propuestos. Es en la explicitación de lo implícito que hace avanzar al grupo hacia la tarea como en el movimiento de una espiral dialéctica (PICHON-RIVIÈRE, 2009). Es posible percibir este momento cuando los miembros del jurado entran en la tarea y comienzan a plantear todas las hipótesis, no de manera mística y con certeza de la culpabilidad del acusado, sino como posibilidades, haciendo simulacros y considerando otros factores que no justifican la inocencia. Tampoco imprima culpabilidad al imputado.

Finalmente, el proyecto ocurre cuando el grupo logra pertenecer a los miembros y se implementa un plan (PICHON-RIVIÈRE, 2009). Este punto se encuentra al final de la película, donde todos los miembros del jurado pueden completar la tarea de manera conjunta y dar al acusado un veredicto de no culpabilidad, y se puede contextualizar aún más en las palabras del autor en la siguiente cita:

O grupo se propõe objetivos que ultrapassam o aqui e agora, construindo uma estratégia destinada a alcançar esse objetivo. Mas, dentro desse aqui e agora, podemos interpretar que este projeto, como todo mecanismo de criação, está destinado a superar a situação de morte ou de perda que os membros vivenciam quando, através da realização da tarefa, percebem a possibilidade da separação ou finalização do grupo. (PICHON-RIVIÈRE, 2009, p. 181)

Finalmente, es posible señalar que la técnica del grupo operativo creada por Pichon-Rivière (2009) puede ser utilizada en varias áreas y sectores, promoviendo un aprendizaje y un cambio significativo en los miembros del grupo.

7. CONSIDERACIONES FINALES

En el artículo presentado se contextualizaron las teorías de Lewin (MAILHIOT, 2013), Moreno (RUSSO, 2010), Schutz (1979; 1989) y Pixon-Rivière (2009) respecto a los procesos de dinámica de grupo y se articularon en el análisis de las película “Doce hombres sin piedad” (LUMET, 1957).

Volviendo a la pregunta orientadora: ¿los individuos con diferencias socioculturales específicas e historicidades divergentes colaboran en desarrollos psicológicos en procesos grupales? De acuerdo con el análisis de los cuatro teóricos y su relación con las dinámicas presentadas en la película, es posible comprender que estos desarrollos no solo son plausibles, sino positivos.

El intercambio de experiencias, aún con temas cargados de prejuicios, discriminación y estereotipos preconcebidos, puede efectivamente resultar en un gran conflicto entre los miembros en un primer momento, después de todo, estas construcciones también muestran conflictos internos que cada individuo lleva en su formación sociocultural. Sin embargo, son estas relaciones intergrupales, cargadas de la historicidad de cada miembro del grupo, las que cuando conducen al diálogo, al debate y a la interferencia de experiencias, florecen en la maduración a través de la resignificación y el enfrentamiento consigo mismo, especialmente aquellos cargados de prejuicios y discriminación.

Por lo tanto, se confirmó el supuesto de la hipótesis elaborada por el equipo de este artículo. Los individuos con historias antagónicas pueden contribuir efectivamente con sus diferentes experiencias a la aplicabilidad de las técnicas de dinámica de grupo y maduración del sujeto.

Las decisiones basadas en el diálogo pueden transformar al sujeto ya su prójimo. Cabe mencionar que las experiencias vividas por cada individuo del grupo, al ser compartidas, pueden ser mejor comprendidas y resignificadas. Con esto, se intuye que compartir tiene el poder de traer nuevos interrogantes y resoluciones. Cuando un individuo experimenta una experiencia particular del otro, se puede tomar una acción fuera del contexto moral y particularizado. Mirando, escuchando y sintiendo una experiencia más allá de lo cotidiano, es posible crear más afecto y empatía con los demás. Problemas que antes se veían como privados, comenzaron a ser compartidos con un grupo. Sin embargo, hoy se puede ver que un tema, cuando se discute en el colectivo, tiene la capacidad de generar resoluciones basadas en la empatía, la espontaneidad y la creatividad.

Del estudio de las teorizaciones aquí presentadas, con las dinámicas presentadas en la película de Lumet (1957), fue posible observar que, por muy diferentes que sean estas percepciones, el análisis de los grupos parte de la premisa de que los procesos grupales se van transformando a partir de las acciones de individuos, así como de sus posiciones económicas y culturales. Por lo tanto, el estudio y comprensión de los procesos grupales es de suma importancia para los estudiantes y profesionales de la Psicología, para que tengan una comprensión amplia y crítica de su práctica profesional. Paralelamente, todas las teorías de los autores propuestos se pudieron observar con intensidad en la película propuesta para el análisis, haciendo más comprensible el contexto.

A partir de la reflexión de las experiencias humanas a través del Arte, se puede llegar a comprender cómo se pueden aplicar de manera real las teorías de la dinámica de grupos, así como sus diversas posibilidades.

REFERENCIAS

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[1] Especialista en Neurociencia Pedagógica por la AVM Educacional/UCAM/RJ; especialista en Arteterapia en Educación y Salud en AVM Educacional/UCAM/RJ; especialista en Investigación de Comportamiento y Consumo de la Faculdade SENAI CETIQT RJ; especialista en Artes Visuales por UNESA/RJ; Licenciado en Diseño por la Faculdade SENAI CETIQT RJ. Licenciado en Psicología por la UNIP/SP.

[2] Licenciado en Comunicación Social por la Faculdade Casper Libero/SP. Licenciado en Psicología por la UNIP/SP.

[3] Licenciatura en Psicología por la UNIP/SP.

[4] Licenciatura en Psicología por la UNIP/SP.

[5] Licenciatura en Psicología por la UNIP/SP.

[6] Licenciado en Psicología por la UNIP/SP.

[7] Licenciado en Psicología por la UNIP/SP.

[8] Licenciatura en Psicología por la UNIP/SP.

Enviado: Julio de 2021.

Aprobado: Enero de 2022.

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Liliane Alcântara de Abreu

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