REVISTACIENTIFICAMULTIDISCIPLINARNUCLEODOCONHECIMENTO

Revista Científica Multidisciplinar

Pesquisar nos:
Filter by Categorias
Administración
Administración Naval
Agronomía
Arquitectura
Arte
Biología
Ciencia de la religión
Ciencias Aeronáuticas
Ciencias de la computación
Ciencias sociales
Cocina
Comunicación
Contabilidad
De marketing
Educación
Educación física
Ética
Filosofía
Física
Geografía
Historia
Ingeniería Agrícola
Ingeniería ambiental
Ingeniería Civil
Ingeniería de producción
Ingeniería de producción
Ingeniería Eléctrica
Ingeniería Informática
Ingeniería mecánica
Ingeniería Química
Letras de
Ley
Literatura
Matemáticas
Medio ambiente
Nutrición
Odontología
Pedagogía
Psicología
Química
Salud
Sem categoria
Sociología
Tecnología
Teología
Tiempo
Turismo
Veterinario
Zootechny
Pesquisar por:
Selecionar todos
Autores
Palavras-Chave
Comentários
Anexos / Arquivos

El celular en el aula: prohibiciones, posibilidades y reflexiones

RC: 75648
4.419
4.3/5 - (6 votos)
DOI: ESTE ARTIGO AINDA NÃO POSSUI DOI
SOLICITAR AGORA!

CONTEÚDO

ARTÍCULO ORIGINAL

CELESTINO, Roseli dos Santos [1], ASSIS, Janaína Simone Silva de [2], CARVALHO, Reysila Rossi Lima Rodrigues de [3], MOREIRA, Janilza Dias [4], ALMEIDA, Israel Francisco Petronetto de [5]

CELESTINO, Roseli dos Santos. Et al. El celular en el aula: prohibiciones, posibilidades y reflexiones. Revista Científica Multidisciplinar Núcleo do Conhecimento. Año 05, Ed. 12, Vol. 06, págs. 85-104. Diciembre de 2020. ISSN: 2448-0959, Enlace de acceso: https://www.nucleodoconhecimento.com.br/educacion-es/celular-en-el-aula

RESUMEN

En la vida cotidiana de las escuelas brasileñas, hay divergencia en relación con el uso de teléfonos móviles por parte de los estudiantes, ya sea como herramienta pedagógica o como instrumento de recreación. Con la falta de una legislación de guía, las escuelas tienen diferentes regulaciones cuando se trata de la materia. En São Mateus-ES, del Reglamento Común de las Escuelas Municipales, se identificó que el estudiante tiene prohibido usar el teléfono celular en el aula. El estudio en cuestión tiene como objetivo analizar si los estudiantes de la red municipal cumplen con lo que el Reglamento determina o busca formas de eludir esta ley.  Este estudio se basa en Prensky (2001), Bauman (2004), Castells (1999) entre otros. Se trata de una investigación cuaritativa, con cuestionarios cerrados para los estudiantes. Se encontró que el teléfono celular, a pesar de que está prohibido en el aula, todavía es utilizado por el estudiante. Por lo tanto, todavía hay un desafío para utilizar esta herramienta tecnológica para corroborar con la enseñanza-aprendizaje de una manera significativa.

Palabras clave: Móvil, prohibición, estudiante, tema posmoderno.

INTRODUCCIÓN

Es de gran conocimiento que la sociedad en su conjunto ha estado experimentando metamorfosis en todos los aspectos, y vinculada a estas metamorfosis el contexto educativo, también, ha pasado por varias alomorfias. Con el surgimiento de los medios de comunicación, corroboró aún más estas transiciones estructurales en el espacio escolar. Los cambios tecnológicos en la sociedad en la última década del siglo XXI han oportunistado a los jóvenes y adolescentes brasileños a utilizar los teléfonos móviles para los más diversos propósitos, incluyendo la educación, el foco de esta discusión. La tecnología ha cambiado la lógica de la producción de contenidos y también la forma de adquirir conocimiento.

Para Castells (1999), vivimos un paradigma tecnológico que se organiza en torno a la tecnología de la información. En este escenario, el teléfono móvil se configura como uno de los grandes inventos de la tecnología moderna. La mayoría tiene la capacidad de almacenar fotos, juegos, ver videos, navegar, cámara incorporada, reproducción y grabación de audio y video, enviar y recibir correos electrónicos, aplicaciones sociales y navegación web, inalámbrica, Internet y otros elementos indispensables para la vida moderna. Sin embargo, el uso de esto en el aula sigue siendo un tema controvertido, ya que por un lado el avance de la tecnología proporciona en un solo dispositivo las más diversas posibilidades para interactuar y adquirir conocimientos y por otro, la escuela cuenta con regimientos, reglas y reglas que a veces implican la prohibición del uso de teléfonos móviles en el aula durante las horas de estudio.  Desde la aparición del teléfono celular hasta su popularización, el aula nunca fue la misma. Teniendo en cuenta esta reflexión, Litwin (1997) considera relevante el uso de la tecnología en la escuela con el propósito de mejorar la calidad de la enseñanza, ya que el teléfono celular como contribución didáctica y tecnológica puede ampliar cualitativamente el aprendizaje.

Por mucho que se debata ampliamente el uso de la tecnología a través del uso de teléfonos móviles en el contexto educativo, todavía hay muchas controversias y resistencias de algunos profesionales de la educación. En el municipio de São Mateus, sitio de la investigación, al revisar el Regimiento de la Red Municipal de São Mateus en 2014, se observa que los directores solicitan una definición única para el uso del teléfono celular, ya que el dispositivo fue responsable de la mayoría de los sucesos de indisciplina, incluyendo fotos inapropiadas, mensajes en redes sociales, robos, agresiones físicas, entre otros. Vale la pena señalar que las normas aprobadas en 2014, Art. 169 considera como un acto indisciplinar por parte del estudiante: “V – utilizar el teléfono celular durante las clases y estar ausente de ellos para servirle en los pasillos”, sin autorización de un sirviente de las unidades escolares (REGIMENTO COMUM DAS ESCOLAS DO SISTEMA MUNICIPAL DE ENSINO, 2014, p. 48). Cabe destacar que en esta red, si el estudiante necesita contacto de emergencia con la familia, los servidores de las unidades escolares, hacen contacto urgente cumpliendo con sus demandas.

En la escuela donde se llevó a cabo la investigación, el teléfono celular estaba completamente prohibido. Medidas como el encuentro con la comunidad escolar, la firma de un plazo de compromiso por parte de los padres, la intervención del Tribunal de Infancia y Adolescencia, la vigilancia por parte de los profesores sobre el uso de teléfonos móviles durante las clases fueron bien recibidas por la institución como parte de la solución problemática como forma de orientación a los estudiantes. Sin embargo, aunque todavía hay resistencia, el dispositivo se libera sólo con fines pedagógicos en algunas instituciones. De lo contrario, debe mantenerse fuera dentro de la mochila.

Teniendo en cuenta esta discusión, esta investigación tiene como objetivo hacer una correlación entre la prohibición y el uso de teléfonos móviles en el aula por parte de los estudiantes de la escuela primaria II en los últimos años, vinculando algunos desafíos frente a la prohibición y al mismo tiempo reflexionando sobre las posibilidades de uso. Esperamos que los resultados sirvan de base para que la escuela reconsidere sus metodologías para que el teléfono celular sea un posible recurso pedagógico en la rutina escolar.

En cuanto a la contribución teórica, los siguientes autores Antunes (2014), Bauman (1999; 2004), Freire (1996; 2003), Morin (2011), Hall (2001), Base Nacional Comum Curricular (2017), Bannell et al (2016), Castells (1999), Kenski (2007; 2010), Moran et al (2000), Prensky (2001), Santaella (2001) entre otros.

VILLANO O ALIADO DEL APRENDIZAJE: EL TELÉFONO CELULAR EN LA VIDA DIARIA DE LA ESCUELA

Está claro que hoy en día las personas están más conectadas a Internet a través del móvil, y que se ha convertido en un objeto de deseo para prácticamente todos los brasileños. Los datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), refiriéndose a 2016, indican que forma parte de la vida del 92,6% de los 69,3 millones de hogares visitados. El 69,3% de los hogares brasileños utilizan Internet y la mayoría de ellos utilizan el 97,2% utilizan sus teléfonos móviles para acceder a ella. Los datos también indican que la mayoría de las personas que acceden a Internet son menores de 24 años. A través de este progreso tecnológico, Silva (2015, p. 20456) alude a:

Dado el avance de las nuevas tecnologías, el profesor tiene como ayuda un nuevo recurso que hace que sus clases sean más estimulantes y diferenciadas. Esta es una manera de demostrar que el estudiante puede obtener un buen rendimiento antes de las máquinas, con software educativo que enriquece su mejor manera de crecer. Así, como en economía, política, cultura, el avance de la tecnología está presente en el sector educativo, trayendo consigo la necesidad de utilizar esta herramienta tecnológica en el aprendizaje. Esto nos lleva a darnos cuenta de que hoy en día, hay varias herramientas tecnológicas que hacen y se pueden trabajar en el contexto escolar, pero precisamente en el aula. De estas tecnologías, una de las que están presentes en el entorno escolar y que prácticamente se convirtió en parte del material individual de cada estudiante es el teléfono celular. Es decir, el teléfono móvil, considerado como tecnología móvil, está en fuerte evolución y parece estar destinado a convertirse en el nuevo paradigma dominante de la computación.

Se infiere sobre la base del fragmento anterior, que el uso del teléfono celular es parte del contexto histórico del sujeto contemporáneo, este individuo posmoderno, que creció en esta coyuntura de las transformaciones tecnológicas. En este sentido, la escuela como institución de conocimiento sistematizado debe buscar alternativas de cómo utilizar esta herramienta, conscientemente, en la búsqueda del conocimiento, convertir información que en todo momento llega a través de las redes sociales, y transformarla en conocimiento, consintiendo con la Base Nacional Común de Currículos (BNCC) (2017), que es que el estudiante es el protagonista de su vida, su discurso se basa en hechos , tienen un sentido crítico sobre la realidad que la rodea, este es el papel de la escuela, reflexionando sobre los cambios que se producen en la sociedad.

En este contexto de transformaciones, los jóvenes cuando tienen preguntas ven los tutoriales en Youtube, y crean canales que tratan con los temas más diversos que se conectan simultáneamente en varios lugares. Para Prensky (2001), los estudiantes de modernidad optan “por la práctica antes de la teoría”. Los jóvenes quieren recibir información de forma rápida e inmediata, acceder aleatoriamente a los hipertextos, trabajar mejor cuando se crea en red y aprender más fácilmente de una manera lúdica donde el uso móvil e Internet puede ser aliados importantes para ayudar con el aprendizaje. El autor Edgar Morin (2011) evidencia sobre la educación del futuro, en el que el escritor aporta un acercamiento a los tiempos inciertos experimentados por la sociedad actual, y la escuela en este contexto de transiciones, necesita articularse para satisfacer las demandas de la sociedad en su conjunto. Este es el foco de la educación contemporánea articulada a las metamorfosis educativas, atenta a los cambios que se desarrollan en la sociedad.

Destacando el uso de la tecnología en el aula, Almeida (2000, p. 165) aclara que la inserción de tecnologías en el aula “[…] permite romper con las paredes del aula y la escuela, integrando con la comunidad que la rodea, la sociedad de la información y otros espacios que los productores de conocimiento”. En la sociedad del conocimiento, hay un flujo de información expresiva que llega rápidamente a las personas a través del móvil, es necesario que la escuela satisfaga esta demanda y el uso de la tecnología sea inevitable y urgente. Convergiendo, Kenski (2010, p. 21) explica que “las tecnologías transforman sus formas de pensar, sentir y actuar. También cambian sus formas de comunicarse y adquirir conocimiento”. Este es el contexto experimentado por los estudiantes de hoy en día, un escenario de volatilidad de la información y transformaciones.

En este sentido, Antunes (2014) irónicamente, en el título de su obra, hace una comparación de “maestros y profesas”, es decir, el escritor aporta un enfoque de maestros que están pegados a las normas de enseñanza cristalizadas del pasado, el autor reflexiona sobre el contexto actual, y cómo el educador debe pagar cerca de estas realidades. Lo que funcionó una vez puede no ser una buena alternativa hoy en día, las posturas pedagógicas arraigadas corroboran el fracaso escolar. Conocer los ideales de Freire (1996) que durante más de dos décadas en su obra “Pedagogía de la autonomía”, se resa través de que “[…] la educación es una forma de intervención en el mundo. […]” (FREIRE, 1996, p. 110).

Desde esta perspectiva, el uso del teléfono móvil es algo natural para el estudiante de modernidad que construye un mundo digital, accede a millones de información en poco tiempo, rompe barreras geográficas con programas de traducción, se comunica con cualquier persona independiente del idioma. Por otro lado, esto no es una realidad para la mayoría de los profesores, a los que les resulta difícil utilizar un instrumento tecnológico para mejorar el aprendizaje de los estudiantes, que proviene principalmente de la falta de ánimo y formación, y se hace imposible enseñar lo que no se conoce. En cuanto al uso del teléfono celular, el profesor todavía atiende a estudiantes que no se conectan pedagógicamente y utilizan el teléfono celular para otros fines durante las clases. Sin embargo, a pesar de los desafíos Freire (2003) postula que el aprendizaje, guiar al estudiante y guiar al estudiante siempre es posible:

Para mí es imposible entender la enseñanza sin aprender y ambos sin conocimiento. En el proceso de enseñanza está el acto de conocer por parte del maestro. El maestro tiene que conocer el contenido de lo que enseña. Así que para que él o ella pueda enseñar, primero debe saber y, simultáneamente con el proceso de enseñanza, seguir siendo saber por qué el alumno, cuando se le invita a aprender lo que el maestro enseña, realmente aprende cuando él o ella es capaz de conocer el contenido de lo que se le ha enseñado (FREIRE, 2003, p. 79).

Además de la dificultad del profesor en tener autonomía en las diversas posibilidades que la célula puede proporcionar en el aprendizaje de los estudiantes, existe legislación. En muchas escuelas, todavía existe una prohibición total del uso del teléfono móvil o parcialmente, siendo utilizado sólo con fines pedagógicos. El argumento principal se basa en la investigación que apunta al dispositivo como un instrumento de distracción.

En Brasil, proyectos de ley nacionales como el Proyecto de Ley nº 2.246 están siendo procesados, 2007, por el Sr. Pompeo de Mattos, cuyo objetivo “pretende prohibir el uso de teléfonos móviles en las escuelas públicas de todo el país”, proyectos nº 2.547, 2007, por el Sr. Nilson Mourão, y nº 3.486, 2008, por la Sra. Elien Limae, que amplía el alcance de la prohibición electrónica para todos los dispositivos electrónicos portátiles. PL nº 3.486/2008 extiende esta medida a los establecimientos de educación básica y superior, excepto con fines pedagógicos. El Sr. Pompeo presenta varias justificaciones para la prohibición, entre ellas:

Según los profesores es constante el intercambio de “torpedos” entre los estudiantes dentro del aula y también para los amigos de otra sala. Muchos dejan su teléfono en modo silencioso y a veces no pueden resistirse cuando reciben una llamada susurrando en voz baja. Otros informes indican que muchos utilizan el teléfono para jugar, ya que prácticamente todos los modelos traen opciones de varios “juegos”. Hay informes de estudiantes que utilizan sus teléfonos celulares para pegar en las pruebas, a través de mensajes de texto y también almacenar el asunto en el propio dispositivo (CÂMARA DOS DEPUTADOS, 2007, p. 2).

La recomendación de la Unesco (2014) es que las escuelas revisen las políticas existentes sobre el uso de dispositivos móviles con el fin de aumentar las oportunidades que ofrecen las tecnologías móviles y otras nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), testificando que la UNESCO (2014) señala que:

Evite las prohibiciones completas sobre el uso de dispositivos móviles. Estas prohibiciones son instrumentos burdos que generalmente obstruyen las oportunidades educativas y fomentan la innovación en la enseñanza y el aprendizaje, a menos que se apliquen por razones fundadas (UNESCO, 2014, p. 32).

Las Directrices de Políticas de Aprendizaje Móvil de la Unesco (2014) también prevén políticas de formación de los profesores para que puedan utilizar sus teléfonos móviles como instrumento de buenas prácticas pedagógicas. Según el documento, sin formación el profesor aprovechará la tecnología para hacer “cosas viejas de nuevas maneras”. También recomienda que el contenido se desarrolle específicamente para dispositivos móviles y que todos los estudiantes tengan su propio teléfono móvil. El cambio en las prácticas pedagógicas para la inclusión digital es inevitable. La escuela necesita organizarse con sus maestros para este propósito, o será más fuera de tiempo en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Para acompañar este desafío, la Base Nacional Común de Currículos (BNCC) (2017) en las diez competencias generales, hace hincapié en la tecnología digital:

Comprender, utilizar y crear tecnologías digitales de información y comunicación de una manera crítica, significativa, reflexiva y ética en diversas prácticas sociales (incluidos los escolares) para comunicar, acceder y difundir información, producir conocimientos, resolver problemas y ejercer el protagonismo y la autoría en la vida personal y colectiva (BRASIL, 2017, p. 9).

En términos generales, es relevante que las escuelas y los sistemas educativos encuentren alternativas para la inserción del uso del teléfono móvil en el aula para que sean más atractivos y dinámicos. Es evidente la insatisfacción del estudiante con las prácticas tradicionales que sólo aumentan los casos de indisciplina. Es necesario reflexionar que además de las prohibiciones o liberaciones del uso del teléfono móvil en el aula, es necesario asegurar la formación de los profesores para que sepan cómo utilizarlo como una herramienta pedagógica, y para dirigir el aprendizaje del estudiante, de lo contrario el uso del teléfono celular puede convertirse en una experiencia frustrante y desastrosa.

METODOLOGÍA

En cuanto a los procedimientos metodológicos, esta investigación se caracterizó como cuantitativa y cualitativa, exploratoria y bibliográfica con el fin de hacer una recopilación de datos, para verificar si la prohibición del uso del dispositivo en las escuelas inhibe su uso. Para la investigación, 41 estudiantes de los últimos años de la Escuela Primaria II fueron seleccionados de una escuela primaria en el municipio de São Mateus, ubicada en Espírito Santo. La muestra consiste en el 80% de los estudiantes del turno matutino, matriculados en el noveno grado de la Escuela Primaria Municipal, con una edad aproximada de 14 a 16 años de edad. En cuanto a la recopilación de datos, los estudiantes respondieron a un cuestionario cerrado con preguntas para satisfacer la demanda de una investigación cuantitativa. La muestra fue por conveniencia, la justificación de esta elección se basó en las clases con el mayor número de ocurrencias de indisciplina por el uso del teléfono celular, en este caso las asignaturas eran los estudiantes que tenían un teléfono celular.

En cuanto a la investigación cualitativa y cuantitativa, según Minayo (1994, p.22), “el conjunto de datos cuantitativos y cualitativos […] no se opone. Por el contrario, se complementan entre sí, porque la realidad cubierta por ellos interactúa dinámicamente, excluyendo cualquier dicotomía.

La investigación bibliográfica y documental fue necesaria para la recopilación y el análisis de datos. La lectura de libros, legislación vigente, artículos y otros materiales científicos dieron apoyo teórico a la investigación. En respuesta al cuestionario cerrado, se solicitaron autorizaciones dirigidas a los padres para que los niños participaran en la investigación en la institución educativa, el sitio de investigación.

ANÁLIDE DE LOS DATOS

En este tema se presentarán los datos recogidos para la discusión y el análisis de esta investigación en cuestión. En este sentido, el estudio participó en estudiantes de noveno grado de entre 14 y 16 años, con un total de 41 estudiantes. En el primer momento se envió una conversación aclarando los objetivos de la obra, después de todas las aclaraciones sobre la investigación, la solicitud de autorización por escrito fue enviada a los padres para que los niños pudieran participar en la investigación. El cuestionario se dirigía únicamente a los estudiantes que tenían un dispositivo móvil. Con el primero, se preguntaron los siguientes resultados sobre el sistema operativo de los teléfonos celulares de los estudiantes, y en base a la siguiente figura:

Figura 1: Sistema operativo del teléfono celular de los estudiantes


Fuente: Datos recogidos por los autores, 2018.

Basado en la figura 1 anterior, Android es el sistema operativo más utilizado por los estudiantes alrededor del 85.8%. La consultora Garther muestra que este sistema también es líder entre los brasileños y corresponde al 85,1% de los dispositivos que dependiendo de la memoria pueden acceder a hasta 1 millón de aplicaciones y permite a sus usuarios compartir noticias, noticias, juegos en línea, en cualquier momento y en cualquier lugar, incluso en el aula. A partir de los datos, se deduce que, probablemente, por los recursos ofrecidos con este sistema, está justificado que estos jóvenes acaben superando el plazo en las redes sociales, o incluso en los juegos virtuales. Dado que este mundo digital tiene que ser atractivo, o mejor dicho, mantener la atención de la gente, de lo contrario el desinterés tiene razón. Internet crea burbujas de información que atrapan al sujeto a este mundo virtual, con esto, se pierde el control del tiempo, y se aíslan en esta realidad virtual.

Según Santaella (2001, p. 4):

En el corazón de estas transformaciones, los ordenadores y las redes de comunicación experimentan una evolución acelerada, catalizada por la digitalización, la compresión de datos, multimedia, la hipermedia. Impulsada por tales progresos, Internet, la red mundial de redes interconectadas, explota espontánea, caóticamente, sobreabundantemente, una tendencia que sólo parece aumentar con la reciente inmigración masiva del comercio electrónico en el universo de las redes. En este mismo entorno, en los sectores técnico y científico, surgen tendencias inquietantes, como la realidad virtual y la vida artificial.

Corroborating, Perlow (2012) explica que es una necesidad humana moderna siempre conectado principalmente porque podemos tener el mundo en la palma de nuestra mano a través de un teléfono inteligente, iPad, portátil y portátil. Sin ningún bochorno, los estudiantes respondieron a usar sus teléfonos celulares en el aula a pesar de las prohibiciones escolares y la supervisión de los maestros, el 48,5% respondió utilizándolos más para acceder a WhatsApp, como se muestra en la Figura 2:

Figura 2: Propósito del uso del teléfono móvil en el aula


Fuente: Datos recogidos por los autores, 2018.

WhatsApp es una de las aplicaciones más utilizadas en el mundo, proporcionando al usuario el envío de vídeos, textos, documentos y una serie de actividades comunicativas muy rápidamente y a un precio muy bajo, además de permitir la interacción de grupos con intereses comunes. A través de esta aplicación, incluso el estudiante, en un aula, puede seguir lo que sucede en otras aulas y fuera de la escuela, logrando mantenerse conectado a tiempo completo.

Estos datos corroboran los estudios de Bannell et al (2016), los autores muestran sobre el manejo de estas herramientas tecnológicas, sin embargo los estudiantes tienen una mejor gestión en algunos recursos ofrecidos por la tecnología, en detrimento de otras posibilidades que Internet subvenciona, por ejemplo, en la búsqueda de nuevas fuentes de conocimiento sistematizado, ratificando los datos anteriores, cuando sólo el 25,6% busca estas herramientas de estudios. A este respecto, Bannell et al (2016, p. 70) señalan que:

Es posible darse cuenta de lo cualificados que son los niños y jóvenes en la gestión diaria de los recursos de sus equipos electrónicos (hacer y almacenar fotografías, crear y editar imágenes, crear y almacenar datos en archivos de texto u hojas de cálculo, establecer y cambiar la configuración de dispositivos electrónicos, resolver pequeños problemas técnicos, entre otros) y, más bien sobre el uso de herramientas para la interacción social (redes sociales , intercambios de mensajes con voz, imagen o texto, redes de comunicación interpersonal, etc.). Pero no han identificado los mismos niveles de habilidad cuando se trata, por ejemplo, para buscar, seleccionar, evaluar y analizar nueva información o conocimientos formales (escuela, académico, científico) o cuando es necesario producir y transmitir nuevos contenidos derivados de la información obtenida. Estas son habilidades importantes para adquirir/construir conocimientos con el uso de Internet y, en general, su desarrollo requiere la mediación de personas que ya las han interiorizado (BANNELL et al, 2016, p. 70).

A través de esta realidad Bauman (2004) destaca sobre la necesidad de que las personas tengan que estar conectadas y cuanto más tiempo dedican, más lejos de la realidad se quedan. En este caso, el entorno virtual lo hace más atractivo y la adquisición de conocimientos está en segundo plano, el 25,6% de los entrevistados respondidos utilizando el dispositivo para estudiar, aunque no es el final principal del uso del teléfono celular en el aula, el estudiante ha utilizado el dispositivo con fines pedagógicos habilitando según Moran et al (2000, p. 31″ […] investigación en todos los sentidos , utilizando todos los medios, todas las fuentes, todas las formas de interactuar.”

Como señala Bauman (1999), los fluidos de los tiempos corroborados en un tema “fluido”, como señala el autor, teniendo en cuenta que los estímulos son variados. En línea con Stuart Hall (2001) es muy importante que el sujeto posmoderno esté segmentado, es decir, no presente una identidad definida, en gran medida relacionada con el advenimiento de las tecnologías. Convergiendo, también, con Bannell et al (2016, p. 79) que:

[…] El ritmo rápido de las sociedades contemporáneas parece requerir una mayor dispersión de la atención, para que podamos protegernos, movernos, estudiar, trabajar, preservar nuestras relaciones afectivas y, además, mantenernos informados de los acontecimientos, muchos de ellos que ocurren a miles de kilómetros de distancia. Al mismo tiempo, la vida intelectual, la reflexión, el aprendizaje escolar requieren una atención profunda, un requisito con el que compiten la mayoría de nuestras tareas diarias. Esta es una de las muchas contradicciones que interfieren con la vida escolar.

Pinto (2004) aclara que la escuela debe estar dispuesta a modificar las formas de aprendizaje, incluso porque esta nueva generación realiza multitarea y son capaces de ver la televisión, escuchar música y claver el teléfono al mismo tiempo. Todavía en esta línea de pensamiento, el autor destaca acerca de que la escuela está abierta a los desafíos de la modernidad. Aceptar este desafío significa proporcionar la formación necesaria a los profesores para que puedan trabajar con las nuevas tecnologías. La Tabla 1 muestra que esto no es una realidad de la escuela investigada, que encuentra difícil utilizar el teléfono celular con fines pedagógicos:

Tabla 1: Uso de teléfonos móviles con fines pedagógicos por disciplina

Nunca  Algunas veces  Siempre 
Idioma portugués 49% 43% 8%
Matemática 63% 31% 6%
Geografía 54% 40% 6%
Ciencias 40% 46% 14%
Historia 34% 48% 18%
Artes 43% 43% 14%
Educación Física 60% 32% 8%
Inglés 40% 43% 17%

Fuente: Datos recogidos por los autores, 2018.

Prensky (2001) aclara la razón de la dificultad del uso del teléfono móvil. Los profesores, en su mayor parte, son inmigrantes digitales[6] que enseñan a los nativos digitales[7], dominantes en el idioma de las computadoras, los videojuegos e Internet y añade […], pero los inmigrantes digitales suelen tener poco aprecio por estas nuevas habilidades. “Estas habilidades son casi enteramente ajenas a los inmigrantes”. Por lo tanto, la importancia de proporcionar capacitación a los profesores. La Unesco (2014) recomienda como política educativa la formación del profesorado para enseñar mejor los contenidos a través de tecnologías móviles, además del apoyo técnico.

Costa y Fradão (2012) muestran que en la formación inicial del maestro no hubo uso de la tecnología y esto se refleja en su práctica. Kenski (2007) refuerza la importancia de utilizar la tecnología en el aula, y una clase tradicional con pizarra y tiza no atrae tanta atención al estudiante, y no lo prepara para el mercado laboral que requiere conocimientos en tecnología.

Cada vez más, el Ministerio de Educación (MEC) cobra los sistemas de educación política por el uso de las TIC para que el estudiante se inserte en el mundo digital y reciba la preparación para el mercado laboral. Grossi y Fernandes (2014) afirman que el crecimiento de los programas del Gobierno Federal en el incentivo a las TIC en el aula proviene de la investigación creada y supervisada por las universidades con el propósito de la inclusión digital. Sin embargo, a muchas escuelas brasileñas les resulta difícil proporcionar a los estudiantes acceso a las TIC, ya sea por la falta de recursos financieros, o por el miedo a lo nuevo por falta de capacitación. Este miedo es real, frente a los videos que circulan en Internet en los que el profesor tiene la lección filmada para ser humillado.

La escuela investigada no ofrece internet a sus alumnos, aunque hay dos empresas que prestan este servicio a la escuela. No ofrece, con el objetivo de obstaculizar el uso del dispositivo. Sin embargo, a los estudiantes cuando se les preguntó cómo logran mantenerse conectados indicaron que utilizan varias características como se muestra en la Figura 3:

Figura 3: Acceso a Internet por teléfono móvil en la escuela.

Fuente: Datos recogidos por los autores, 2018.

Teniendo en cuenta Bauman (2004), la llegada de la tecnología permitió a las personas mantenerse conectadas, constantemente conectadas. Estas conexiones tienen vínculos tenues que pueden ser breves e intensos con el tiempo. Para esta nueva generación, especialmente los adolescentes, estar conectados es inevitable, por lo que incluso practican actos ilegales como “raquear” internet.

Cuando se le pregunta acerca de las leyes que prohíben el teléfono celular en el salón de clases, 91% piensa que esto es una tontería, que siempre habrá una manera para que el estudiante use el dispositivo, incluso para fines no pedagógicos. Para llegar a estos nativos digitales, Prensky (2001) afirma que los profesores, en su mayoría inmigrantes digitales, deben dejar de quejarse y buscar alternativas que animen a sus estudiantes a acceder a la tecnología. El uso del teléfono celular en el aula junto con la práctica pedagógica del maestro puede proporcionar un aprendizaje significativo siempre y cuando se incluya en el proyecto político-pedagógico. En este sentido Lopes y Pimenta (2017, p. 55) muestran que:

Algunas declaraciones de las investigaciones consultadas mostraron que en algunos casos, el uso del teléfono celular todavía está fuertemente asociado con generalizaciones y prejuicios, especialmente en relación con el efecto de la posible distracción de los estudiantes. Además de la inseguridad que el teléfono celular causa en algunos profesores, el simple hecho de que no dominan completamente esta tecnología, lo que les hace sentir incapaces de manejar algo que aún no conocen muy bien y esta inseguridad parece ser la principal causa de tanta resistencia al uso del teléfono celular como herramienta de enseñanza. Sin embargo, aunque tales resistencias impiden una serie de cuestiones relevantes, nos llevan a creer que el uso del teléfono celular depende en gran medida de su manejo, es decir, de cómo se utilizará en un contexto educativo formal.

Prensky (2001) subraya que los profesores aprenden a comunicarse en el idioma de los hablantes nativos digitales. Sólo la pizarra y los libros no atenciona la atención del estudiante. Sugiere que hay dos contenidos en la escuela: contenido heredado y contenido futuro. El primero incluye la lectura, escritura, aritmética, razonamiento lógico, comprensión, etc. El segundo se refiere a software, hardware, robótica, nanotecnología, genoma, etc. Y también ética, política, sociología, idiomas y otras cosas que los acompañan. Equilibrar lo viejo y lo nuevo es un desafío para el maestro de la modernidad.

A este respecto, Bannell et al (2016, p. 121) señalan que “Proponer la exploración de las tecnologías digitales en el espacio de la relación pedagógica entre profesor y alumno implica percecerlas como un espacio de diálogo […]. Implica subvertir los patrones del proceso de aprendizaje tradicional y admitir la posibilidad de un nuevo modelo de construcción de conocimientos, basado en el intercambio mutuo entre profesor y alumno […]. La tecnología digital ya ha cambiado los procesos de aprendizaje fuera de la escuela de las generaciones jóvenes […]”.

Esta vez, el estudiante se da cuenta cuando el profesor utiliza el teléfono móvil sin fines pedagógicos. El 65% respondió que sus profesores siempre usan sus teléfonos móviles con fines no pedagógicos.

Figura 4: Maestro que usa un teléfono celular no pedagógico en el salón de clases.

Fuente: Datos recogidos por los autores, 2018.

Para que no existan tales contradicciones en la escuela, en las que exista una ley que esté prohibida el uso del teléfono móvil, la UNESCO (2014) recomienda evitar las “actitudes brutas” para prohibir el teléfono celular. Serán normas y leyes que no se cumplirán y crearán situaciones de indisciplina en el espacio escolar. Prensky (2001) ha declarado durante más de 15 años que los estudiantes de hoy en día no son los mismos de lo que eran, y esta es una de las causas de la disminución de la educación en los Estados Unidos. Y por qué no decir que Brasil es lento para la inserción de tecnologías móviles en el aula.

Para Batista y Barcelos (2013, p. 8) indican que “el uso del teléfono móvil es, en particular, un problema que todavía presenta varias dificultades […]. La prohibición del uso de estos dispositivos en el aula puede ni siquiera prevenir la ocurrencia de problemas, porque los estudiantes a menudo eluden las restricciones. Se trata de una cuestión amplia, que requiere sentido común y diálogo, aunque sólo sea para justificar las razones de la prohibición”.

Así, sobre la base de los datos evidenciados y los autores mencionados anteriormente, por el buen resultado del aprendizaje móvil está sujeto a la competencia de los profesores para añadir los beneficios educativos de los dispositivos móviles. Es básico dominar las funciones profusas del teléfono celular, ya que se modernizan rápidamente y tienden a ser más difíciles de usar. Durante los próximos 15 años el aprendizaje móvil se integrará más en la educación general. “Al fortalecer los vínculos entre las innovaciones técnicas y pedagógicas, la tecnología móvil asumirá un papel claramente definido pero cada vez más esencial en el ecosistema general de la educación” (UNESCO, 2014, p. 28). Por lo tanto, en este contexto de cambio los educadores y las políticas públicas de educación tendrán que adaptarse a la modernidad y al aprendizaje móvil con un enfoque en el aprendizaje de los estudiantes.

CONSIDERACIONES FINALES

El estudio presentado mostró que el teléfono celular, a pesar de que está prohibido en el aula, es utilizado por el estudiante que no evalúa los esfuerzos para permanecer conectado a tiempo completo con el mundo virtual. Sobre la base de estos resultados, se recomienda que las escuelas proporcionen el uso regular del dispositivo de una manera responsable, como lo hace con otros recursos didácticos como libros, películas, juegos, entre otros. Principalmente, que las instituciones escolares muestren a los estudiantes la importancia de saber manejar estas herramientas como lo demuestra la Base Nacional de Currículo Común (2017), aprovechando la mejor ventaja que ofrecen.

La investigación en cuestión mostró que algunos maestros no permiten que los estudiantes usen sus teléfonos celulares. Esto expresa la falta de dominio del lenguaje digital. Es un desafío insertar la tecnología a través del teléfono móvil en la habitación, incluso para incluir a los estudiantes que no tienen el dispositivo. La mayoría de nuestros profesores son inmigrantes digitales, nacidos antes de los años 80, en el siglo XX, frente a este nativo digital, o más bien este tema posmoderno que es atravesado por abundantes estímulos tecnológicos. Por lo tanto, aprender a utilizar el teléfono celular como una herramienta pedagógica es una tarea que requerirá mucho del profesor. Para ello, la formación es la palabra clave del proceso y debe suceder antes de la tecnología. Es sine qua non enfatizar que, a menudo, la tecnología llega primero que la educación del maestro, de ahí la necesidad de asegurar la educación continua de los maestros, esta postura reflexiva es básica en la enseñanza de la praxis, teniendo en cuenta que el papel de la escuela como institución de conocimiento sistematizado es repensar su acción.

En términos generales, para asegurar el uso del teléfono celular en el aula, es necesario que el maestro tenga acceso a planes de estudio, recursos educativos y planes de lecciones a través de dispositivos móviles y pueda tener capacitación para el manejo adecuado del teléfono celular. También es relevante que existan políticas públicas e inversiones en aprendizaje móvil, teniendo en cuenta que la escuela debe seguir las transformaciones que se producen en la sociedad.

REFERENCIAS

ALMEIDA, Maria Elisabeth Bianconcini de. Informática e formação de professores. Vol. 1. Brasília: Ministério da Educação, SEED, 2000.

ANTUNES, Celso. Professores e professauros: reflexões sobre a aula e práticas pedagógicas diversas. 9. Ed. Petrópolis, RJ: Vozes, 2014.

BANNELL, Ralph Ings et al. Educação no século XXI: cognição, tecnologias e aprendizagens. Petrópolis, RJ: Vozes; Rio de Janeiro: Editora PUC, 2016.

BATISTA, S. C. F.; BARCELOS, G. T. Análise do uso do celular no contexto educacional. Renote. Revista Novas Tecnologias na Educação, v. 11, p. 1-10, 2013. Disponível em: <https://seer.ufrgs.br/renote/article/view/41696/26448>. Acesso em:  05 dez. 2018.

BAUMAN, Zygmunt. Amor Líquido: sobre a fragilidade dos laços humanos. Rio de Janeiro: Jorge Zahar Ed., 2004.

BAUMAN, Zygmunt. Modernidade Líquida. Tradução: Plínio Dentzien. Zahar. 1999.

BRASIL. Base Nacional Comum Curricular. 2017. Disponível em: <http://basenacionalcomum.mec.gov.br/wp-content/uploads/2018/02/bncc-20dez-site.pdf>.  Acesso em: 03 dez. 2018.

CÂMARA DOS DEPUTADOS. Projeto de Lei n.º 2.246-A, de 2007. Disponível em: <http://www.camara.gov.br/proposicoesWeb/prop_mostrarintegra?codteor=517286>. Acesso em:  05 dez. 2018.

CASTELLS, Manuel. A Sociedade em Rede. Tradução: Roneide Venâncio Majer. – (A era da informação, economia, sociedade e cultura; v.1). São Paulo: Paz e Terra, 1999.

COSTA, F. A.; FRADÃO, S. Desafios e competências do e-formador. In: BUTTENTUIT JÚNIOR, J. B.; COUTINHO, C. P. (Org.). Educação online: conceitos, metodologias, ferramentas e aplicações. Curitiba: CRV, 2012.

FREIRE, Paulo. Cartas a Cristina: reflexões sobre minha vida e minha práxis. 2ª ed. São Paulo: UNESP, 2003.

________. Pedagogia da autonomia: saberes necessários à educação. São Paulo: Paz e Terra, 1996. (Coleção Leitura).

GROSSI, M. G. R.; FERNANDES, L. C. B. E. Educação e tecnologia: o telefone celular como recurso de aprendizagem. EccoS, São Paulo, n. 35, p. 47-65. set./dez. 2014.

HALL, Stuart. A identidade cultural na pós-modernidade. Tradução Tomaz Tadeu da Silva, Guacira Lopes Louro. 5. ed. Rio de Janeiro: DP&A, 2001.

IBGE. Pesquisa Nacional por Amostra de Domicílios – PNAD. Disponível em: <https://www.ibge.gov.br/estatisticas-novoportal/sociais/saude/9127-pesquisa-nacional-por-amostra-de-domicilios.html?edicao=10500&t=resultados>. Acesso em: 03 dez. 2018.

_____. PNAD Contínua TIC 2016: 94,2% das pessoas que utilizaram a Internet o fizeram para trocar mensagens. Disponível em: <https://agenciadenoticias.ibge.gov.br/agencia-sala-de-imprensa/2013-agencia-de-noticias/releases/20073-pnad-continua-tic-2016-94-2-das-pessoas-que-utilizaram-a-internet-o-fizeram-para-trocar-mensagens>. Acesso em: 03 dez. 2018.

KENSKI, V. M. Educação e tecnologias. O novo ritmo da informação. 2ª edição, Ed. Papirus, 2007.

KENSKI, V. M. Educação e tecnologias. O novo ritmo da informação. 6ª edição, Ed. Papirus, 2010.

LITWIN, E. Tecnologia educacional: Política, História e Proposta. Porto Alegre: Artmed, 1997.

LOPES, P. A. PIMENTA, C. C. C. O uso do celular em sala de aula como ferramenta pedagógica: benefícios e desafios. Cadernos de estudos e pesquisa na educação básica, v. V. 3 – N 1, p. 52-66, 2017. Disponível em: <file:///C:/Users/Master/Downloads/229430-111247-1-PB.pdf>. Acesso em:  05 dez. 2018.

MINAYO, M. C. S. Pesquisa   social:   teoria, método e criatividade.  21.   ed.  Petrópolis, RJ: Vozes, 1994.

MORAN, Manuel José; MASETTO, Marcos T; BEHRENS, Marilda Aparecida. In Novas Tecnologias e Mediação Pedagógica. 13° ed. Campinas. Ed. Papirus, 2000.

MORIN, Edgar. Os sete saberes necessários à Educação do futuro. São Paulo: Corte; 2011.

PERLOW, LA. Dormindo com seu smartphone: como quebrar o hábito 24 horas por dia, 7 dias por semana e mudar a maneira de trabalhar. 2012. Cambridge, MA: Harvard Business Review Press.

PRENSKY, Marc. Nativos e Inmigrantes Digitales. 2001. Disponível em: < https://www.marcprensky.com/writing/Prensky-NATIVOS%20E%20INMIGRANTES%20DIGITALES%20(SEK).pdf>. Acesso em: 28 nov. 2018.

PINTO, M. L. S. Práticas educativas numa sociedade global. Porto: Edições ASA, 2004.

SANTAELLA, Lucia. Novos Desafios da Comunicação. Lumina – Facom/UFJF – v.4, n.1, p.1-10, jan/jun. 2001. Disponível em: <https://www.ufjf.br/facom/files/2013/03/R5-Lucia.pdf>. Acesso em: 30 nov. 2018.

SÃO MATEUS. Regimento comum das escolas do sistema municipal de ensino. Regulamento Interno. São Mateus – Espírito Santo. 2014.

SILVA, Dilma Oliveira da. O uso do celular no processo educativo: possibilidades na aprendizagem. 2015. Disponível em: <https://educere.bruc.com.br/arquivo/pdf2015/20638_8173.pdf>. Acesso em: 28 nov. 2018.

UNESCO. Diretrizes de políticas para a aprendizagem móvel. 2014. Disponível em: <http://unesdoc.unesco.org/images/0022/002277/227770por.pdf>. Acesso em: 05 dez. 2018.

APÉNDICE – REFERENCIAS A LA NOTA AL PIE

6. Este término se utiliza para definir “inmigrantes digitales” porque prefieren el entorno físico al digital, y tienen que aprender a utilizar la tecnología digital, a menudo no relacionada con los avances tecnológicos.

7. El “nativo digital” es el término utilizado para aquellos que nacieron en el medio progresivo de la tecnología. PrensKy (2001) aclara que crecen con la tecnología y manejan computadoras, teléfonos móviles y todos los juguetes y herramientas de la era digital.

[1] Máster Profesional en Ciencia, Tecnología y Educación.

[2] Máster Profesional en Ciencia, Tecnología y Educación.

[3] Máster Profesional en Ciencia, Tecnología y Educación.

[4] Máster Profesional en Ciencia, Tecnología y Educación.

[5] Máster Profesional en Ciencia, Tecnología y Educación.

Artículo: Noviembre de 2020.

Aprobado: Diciembre de 2020.

4.3/5 - (6 votos)
Roseli dos Santos Celestino

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

POXA QUE TRISTE!😥

Este Artigo ainda não possui registro DOI, sem ele não podemos calcular as Citações!

SOLICITAR REGISTRO
Pesquisar por categoria…
Este anúncio ajuda a manter a Educação gratuita