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¿La ciudad como un espacio de la ciudadanía: una realidad en la educación?

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CONTEÚDO

FREITAS, Lucas Dornas de [1]

CASTILHO, Pedro Teixeira [2]

FREITAS, Lucas Dornas de; CASTILHO, Pedro Teixeira. ¿La ciudad como un espacio de la ciudadanía: una realidad en la educación? – Revista científica multidisciplinaria base de conocimiento. Año 1. Vol. 9. PP 648-658 octubre/noviembre de 2016. ISSN. 2448-0959

Resumen

El conocimiento del diseño urbano es esencial en la formación del arquitecto y Urbanista Arquitecto consciente de la interrelación entre arquitectura y Urbanismo y la relación particular y colectiva. Dar la misma importancia a la arquitectura de Urbanismo es que el compromiso del espacio público, la ciudadanía y el colectivo, dejando el crecimiento del mercado y particularmente sobre el colectivo.

Palabras clave: Espacio público de ciudad – ciudadanía – enseñanza de la arquitectura y el urbanismo.

INTRODUCCIÓN

Cuando nos referimos a "Facultad de arquitectura" y Urbanismo concluimos que los graduados de estos colegios están calificados para ejercer la actividad de arquitecto y urbanista con la misma capacidad. Esta convicción se ve afectada cuando podemos valorar las parrillas curriculares presentados y verifica las prácticas habituales de profesionales, más dirección al diseño de la construcción del límite urbano.

Para muchos la ciudad es un conjunto de edificios, para otros, es un conjunto de personas. ¿Pero, lo que hace que un conjunto de edificios y personas ser nombradas ciudad? ¿Qué diferencia una aldea mera? La diferencia entre una ciudad y un pueblo no es sólo cuantitativa. En un concepto breve y objetivo, Allix (1956) caracteriza a la ciudad como un grupo humano que se suministra desde el extranjero, donde la mayoría de los residentes con varios granja actividades o pastoral. Lo que caracteriza a una ciudad no es el número de personas que viven allí, pero que ejercen, así como la forma de que hacer.

La ciudad puede considerarse como la injerencia más grave en el medio ambiente. Se puede percibir como la síntesis de la civilización, cuyo estilo de vida atraviesa no sólo su estructura, sino toda su región de influencia, modelando un universo urbano más allá de sus fronteras. La ciudad es el lugar donde el hombre puede mejorar sus habilidades intelectuales, dadas la coexistencia de varios grupos sociales; Por lo tanto, un lugar donde usted puede participar en modo extendido la posibilidad de un estilo de vida distinto y así la libertad.

Sin embargo, la ciudad al mismo tiempo promover el crecimiento de la civilización, puesto que requiere, en la ardua tarea de creación de espacios amigos de la infancia, las relaciones humanitarias sociales requiere una acción social cada vez mayor, en que las diferencias pueden ser resueltos de forma gradualmente más igualitaria, más recto, más cansan, sobre todo culturalmente, más saludable y sostenible.

CIUDADANÍA

La palabra "ciudadanía" se deriva de la Latina civitas la ciudad del significado. En la antigüedad clásica, el ciudadano era uno que vivía en las ciudades y sus relaciones sociales se basaban en derechos y obligaciones comunes. Los tallos de los años, la ciudadanía ha sido percibida como un agregado de derechos. El concepto de igualdad de derechos convirtió la sociedad anterior, establecida en el concepto de estatuto desigual. Ciudadanía estableció un código común de derechos y, aunque permanecen algunas diferencias jerárquicas, como las diferencias entre clases sociales, raza y género, ciudadanía significa, aún, los ciudadanos compartir iguales derechos y deberes. Libertad y la diversidad en las ciudades sólo ampliar esos derechos.

Sin embargo, no todas las personas que residen en las ciudades también aprovechan el derecho a la ciudad, visto como una vida digna y con acceso a todo lo que ella ofrece, como el derecho a la libertad de ir y venir, para expresar un punto de vista, para producir, para estudiar, para vivir decentemente y tener acceso a la cultura en sus más variadas formas.

Entre nosotros ciudadanía si establece de una manera jerárquica, una contradicción al concepto de igualdad que ella asume. Para comprender en sus manifestaciones diarias, fue necesario crear ajustes raros como subcidadãos o hipercidadãos, ciudadanos, ciudadanía regulada en negativo, estadania, entre muchos otros. Raro, pero indispensable para la comprensión de nuestras diferencias constantes. Aunque no se debe ignorar las transformaciones y victorias, muchas diferencias esenciales, y no sólo las diferencias persisten. Y, si rezaga, ciudadanía no puede ser completa, desde la práctica de una presupone la práctica de los demás. El derecho a la cultura supone el disfrute de los derechos civiles, está relacionada con la libre expresión de opinión, con el derecho a venir y van y, en consecuencia, libre acceso a los diferentes lugares de la ciudad. Esto, como lo que le preocupa, asume el derecho a la vida digna y la inserción en la ciudad. Tiene el derecho a la participación política si favorece y complementa con el derecho a la educación y el conocimiento.

A que derechos pueden ser ejercitados en forma completa, requiere que se establezcan legalmente – que da transparencia y la protección. Pero también necesitan ser experimentados: los ciudadanos deben tener la ciencia y las condiciones para ejercerlos. La garantía legal es un paso que necesita ser completada con el ejercicio, la práctica del derecho.

Por lo tanto, la ley de la ciudad del grupo los productores y actores de la cultura y también sus grandes organizaciones no significa que todo el mundo tiene acceso completo a la cultura. Para asegurar que este acceso pasa por un proceso de cambio social y político. En el contexto político es vital que contiene las sentencias sobre la vida cultural con las actividades de los diversos actores sociales. En el contexto social, nuestras ciudades deben ser más igualitarias en su espacio, para proporcionar la convivencia en vez de separación. Discriminación espacial que marca nuestras ciudades es un bloqueo físico y social para muchos derechos, además de ser una forma de multiplicación de las diferencias.

Aunque la repetición del tema de desterritorialización, lo que se ve en algunos territorios de la capital brasileña es la existencia de grupos sociales con poca capacidad de movilidad física en virtud de la metropolitana y distancias de su gasto, pero también las dificultades de vivir con otros grupos y espacios, convirtiéndose en prisioneros de su lugar de residencia. Superar estos obstáculos es un reto para los gestores públicos, descentralizar la cultura es otra. En estos dos casos nos damos cuenta es la importancia de la cultura y sus desafíos: ni presos ni un espacio de exclusiva sumisos.

Por último, el espacio es un componente esencial de la identificación de los ciudadanos con las ciudades, tanto en sus espacios públicos, como plazas y parques, en los edificios referenciales de diferentes formas de vivir, en el barrio o incluso en sus hogares. En la estructuración de nuestra identidad varios sentidos a la llamada del papel de Estados Unidos a personas, cosas y eventos, pero el espacio está parado hacia fuera. Es a través de la memoria de los lugares de nuestro registro de experiencias en memoria y en nuestros sentimientos. Ser parte de una ciudad, un estado o un país es no sólo un estatus legal, sino, sobre todo, el intercambio de experiencia y la experiencia de los lugares. Se trata de la importancia de mantener los lugares más expresivos de la ciudad como una manera de fortalecer la llamada para la identificación y compromiso de los ciudadanos a la ciudad.

La actual comprensión del patrimonio cultural, en el lugar de patrimonio histórico y artístico, es indicador de proceso de incorporación para esta política pública, material e inmateriales eventos culturales y diversos grupos sociales que forman al colectivo brasileño. La introducción de la ciudad en protección del patrimonio mundial, particularmente desde la Constitución de 1988, dar concreción a esta expansión, además de la riqueza de la vida cotidiana de los habitantes de las ciudades, conectando a sus identidades.

Si la afirmación de que la ciudad es un lugar de libertad, ciudadanía y cultura si contradice con nuestra realidad, no su imagen, la afirmación de esa creencia y esa teoría es la base de nuestras acciones en el mundo.

CIUDAD Y CIUDADANÍA

Ciudadanía representa un conjunto de derechos inherentes y deberes de la persona ante el estado y la sociedad, que determinan la democracia. Ciudadanía se basa en los principios de la ley y la igualdad: todos son iguales ante la ley y todo el mundo tiene derecho a actuar, directa o indirectamente, del proceso de creación de estas mismas leyes (participación política). Ciudadanía también incluye los derechos sociales o, como se indica por Marshall (1967), el "derecho a participar completamente en el patrimonio social y llevar la vida de un ser civilizado según las normas que prevalecen en la sociedad. ”

Con respecto a la educación para la ciudadanía, Fernández, Miranda y Alejandro (2002) confirman que la ciudadanía no es sólo un montón de derechos, pero también cubre la participación consciente en la vida pública y en la vida social, en el que un ciudadano "debe desarrollar con el fin de luchar por la integración social, conservación ambiental, justicia social, solidaridad, seguridad, tolerancia, declaración de la sociedad civil versus arbitraria del poder" (FERREIRA; MIRANDA; ALEJANDRO, 2002, p. 2.3).

Así, la ciudad debe ser la ubicación del pleno ejercicio de la ciudadanía. Eso significa, no sólo la ciudad debe garantizar los medios para que el ser humano para crecer cultural y material, sino que su ciudad debería ser un resultado de aspiración y de todos sus ciudadanos. De esta manera, la política de desarrollo urbano debe ser un producto de este ejercicio.

El estado de la ciudad determina que la función social de la propiedad y el derecho a la ciudad son los principios de la política urbana. ¿Qué significa eso? En primer lugar, significa el interés público prevalece sobre los intereses privados y que la propiedad urbana debe adaptarse al bienestar común y justicia social (BRASIL, 2002).

El establecimiento de la situación de la ciudad y el ejercicio de la función social de la propiedad requiere una herramienta esencial: el plan maestro. Esta es la herramienta básica de política urbana, requerida por la Constitución de 1988, a todos los municipios con más de 20000 habitantes. El plan maestro es una ley, aprobada por el Concejo Municipal, que determina las pautas para el crecimiento urbano (delimitación de área urbana y expansión urbana, es decir, que la ciudad debe ampliar de manera), a la zonificación urbana (gestión de uso de la tierra: caso áreas para la Fundación de industrias, áreas comerciales, edificios residenciales, vivienda clusters etc.), para el establecimiento de huertos , para la regularización agraria (ilegal construcción, barrios bajos, conventillos, etc.) y todo lo relacionado con el crecimiento y desarrollo de la ciudad (BRASIL, 2002).

El estado de la ciudad establece que, en el desarrollo del plan maestro, debe ocurrir, en cualquier caso, la participación de los ciudadanos, directa o indirectamente, a través de sus representantes de las asociaciones. Debe ser realizado conferencias, debates y audiencias públicas y estudios de la ciudad, diagnósticos y propuestas deben ampliamente publicadas por las herramientas de comunicación, por lo que cada uno puede actuar en igualdad de condiciones (BRASIL, 2002).

El derecho a la ciudad es más que el derecho a la vivienda, el derecho a una vida digna como todas las cosas que puede proporcionar una ciudad: colegios, centros de salud, hospitales, parques, áreas verdes, agua, alcantarillado, recogida de residuos, en corto, todos los dispositivos y las condiciones sociales que pueden hacer vida urbana sana y protegida.

La estructuración de una ciudad de todos y para todos requiere una constante rueda de debates políticos y una agenda social que se expresa en leyes, planes y acciones.

ENSEÑANZA DE LA ARQUITECTURA Y EL URBANISMO

Una censura de redes curriculares comunes vigentes en las escuelas de arquitectura y diseño urbano es la fragmentación y compartimentación de los cursos de asuntos. Normalmente, sus disciplinas y cursos se agrupan por departamentos o "industrias del conocimiento" que se presenta como un pretexto para cuestiones de calidad de la formación profesional en esto.

Otro problema es la falta de interés de los estudiantes en el estudio y cumplir con el diseño urbano, con sus causas en la dinámica, lógica y también acontecimientos de la modernidad. Poco a poco el colectivo se guía por el proceso de atomización e individualización, en la que los intereses privados son más importantes que los intereses públicos. Las entidades hasta entonces creadores de opiniones se enfrentan: la familia, la religión y el estado. Los progresos de mercado como referencia. Así, establece la libertad individual, el placer inmediato y al mismo tiempo la velocidad, el cambio y la brevedad. Las empresas de la RED mundial y el mercado crece sobre las distintas áreas de la experiencia humana.

Dar que la misma importancia a la arquitectura de Urbanismo es llamar el compromiso con la ciudadanía, espacio público y colectivo para el arquitecto, detener el progreso del mercado y particularmente sobre el colectivo. Es involucrar a los profesionales en la creación constante de la ciudad y así la enseñanza del nuevo urbanismo.

Un arquitecto calificado para entender que el diseño urbano puede hacer críticas y construir espacios públicos adecuados y de alta calidad – espacios capaces de reanudar el uso y las experiencias colectivas en las ciudades cada vez más marcadas por la indiferencia y poco si las zonas comunes. Es decir, el arquitecto se convierte en un sujeto bien informado de los participantes su función en la creación de la ciudad y sus territorios.

En este momento, el conocimiento de la crítica de diseño y realización urbana aparecen como impulsoras de nuevas acciones y nuevos compromisos, son un campo abierto para el rescate de la importancia del espacio público y la creación de una ética profesional involucrado con la composición de la ciudad, el bienestar de sus habitantes y las generaciones futuras. Es bajo esta concepción que reconsideró que la enseñanza del diseño urbano hoy en día puede traer nuevas perspectivas según las facultades, sus profesores y estudiantes. Así, lo desea, a través del reconocimiento del diseño urbano, coloque y la escena a la función de arquitecto-urbanista como actor indispensable en la estructuración de la ciudad igualmente.

REFERENCIAS

ALLIX, André. Manual de geografía general: física y humana. Madrid: Ediciones Rialp, 1967.

Brasil. Ley nº. 10.257 de 10 de julio de 2001. El estado de la ciudad y la legislación relacionada.  2. Ed., actual.  Brasilia: Senado Federal, Secretaría de asuntos técnicos, 2002. 80 p. disponible en: <http: www.geomatica.ufpr.br/portal/wp-content/uploads/2015/03/estatuto-da-cidade.pdf="">.</http:> Acceso en: conjunto 6. 2016

FERREIRA, M. M..; MIRANDA, B. M.; Alexander. Educación para la ciudadanía: tendencias actuales. Tetsdais-activa ciudadanía, desarrollo sostenible y la diversidad cultural, 2002.

FISCHER, Sylvia. Mitos y perspectivas: profesión de arquitecto y estudios de arquitectura. Revista de diseño de Río de Janeiro, 1995.

MARSHALL, t. h. ciudadanía, clase social y estatus. Rio de Janeiro: Zahar, 1967.

Debora NUNES. La formación de arquitectos. En: NUNES, Debora (prg.). Salvador: el arquitecto y la ciudad informal. Salvador: PPG-FAUFBA/LabHabitar, 2000, 216p.

[1] Escuela de Pitágoras. Departamento de arquitectura y diseño urbano

[2] UFMG. Departamento de Psicología

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